La CUP ha anunciado este martes que abre un “proceso de refundación” tras la debacle en las generales de este domingo, cuando las anticapitalistas se quedaron sin representación en el Congreso, así como la pérdida de votos que también sufrió el partido en las municipales pese al éxito de lograr la alcaldía de Girona.
En un comunicado, el Secretariado Nacional de la CUP, equivalente a su dirección ejecutiva, ha enviado una carta a la militancia en la que hace “autocrítica” y recuerda que los cargos de la formación están en sus manos. Fiel a su tradición asamblearia, la militancia de la CUP será quien pilote el proceso de refundación del partido, que culminará en una asamblea en 2024 para “renovar la propuesta estratégica y organizativa”.
La dirección ha admitido que no “se ha estado a la altura a la hora de construir espacios y estructuras necesarias para hacer saltos cualitativos a escala organizativa y a escala política”. Por ello, llaman a abrir un “proceso de debate estratégico profundo” para refundar la CUP con la máxima participación y apertura posible, con grupos de trabajo, espacios de debate y congresos.
La CUP tenía previsto iniciar un “debate interno de la organización” en abril, justo después de las municipales, un proceso que se trucó después de la convocatoria de elecciones generales adelantadas para julio. Entonces los anticapitalistas ya planteaban actualizar su hoja de ruta ante el “final del ciclo político”, adecuar la organización a la coyuntura y definir una estrategia para salir del bloqueo político.
Tras el desplome del independentismo en las generales –precedido por otro pésimo resultado de Junts, ERC y la CUP en las municipales–, la formación anticapitalista es la única que ha iniciado un proceso interno de renovación de estrategia y cargos. Ni ERC ni Junts han insinuado que quieran renovar sus direcciones ni han planteado cambios en la estrategia sino que se han agarrado a que pese a perder miles de votos son imprescindibles para la investidura de Pedro Sánchez.
Cuantitativamente, el partido que más votos perdió este domingo fue ERC, que tras dejarse 300.000 votos en las municipales reculó en 411.000 este domingo. El partido de Puigdemont bajó en 137.000 y la CUP en 148.000. En las locales, los anticapitalistas –que tienen en los municipios su tradición y base de crecimiento–, recularon 43.000 votos y quedaron fuera de los consistorios de Barcelona, la mayor parte de municipios del área metropolitana, Tarragona y Lleida.