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Los aranceles de Trump a los coches apenas afectarán a la industria española, pero alarman a sus socios europeos

Dos trabajadores de Seat en Martorell trabajan con material de seguridad este lunes

Serafí del Arco

Barcelona —
27 de marzo de 2025 22:44 h

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Los fabricantes de automóviles en suelo español no temen a los aranceles de Estados Unidos. España apenas vende coches allí, todo lo contrario que sus colegas europeos, como Alemania, que advierten de un impacto significativo y piden a la Unión Europea (UE) que intente negociar con Donald Trump. Otra cosa es la industria de piezas y componentes, que teme un impacto, tanto por las exportaciones directas como por las indirectas, a países vendedores a EEUU.

Trump anunció el miércoles aranceles del 25 % para las importaciones de vehículos de terceros países a partir del 2 de abril, aunque aseguró que las partes de automóviles fabricadas en México y Canadá estarán exentas temporalmente.

Tanto el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, como la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) estiman que las nuevas tasas anunciadas por el frenético inquilino de la Casa Blanca tendrán un impacto muy limitado en la industria española, ya que sus exportaciones a este mercado son nulas. El año pasado no se vendió ni un solo coche en EEUU, en 2023 se vendieron 51.703 vehículos y el ejercicio precedente, 21.311 unidades.

España ha pasado de una insignificante cuota de exportaciones a este mercado a no hacerlas, tras las decisiones de dejar de exportar el modelo de furgoneta Mercedes Vito que se produce en Vitoria, y unidades de la Ford Transit Connect que ensambló la planta valenciana de Almussafes hasta abril de 2024. El grueso de las exportaciones de automóviles ensamblados en España se concentra en Europa -siete de cada diez- y en menor medida los países del Magreb.

En cualquier caso, el Gobierno ha lamentado este jueves la decisión de la Administración Trump. “Una carrera de medidas proteccionistas solo va a tener efectos negativos. Para todos, empezando por el país que las impone”, señalaba el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante la inauguración de la jornada sobre Fondos Europeos de elDiario.es. “Estamos promoviendo una respuesta unificada a nivel europeo, queremos llegar a acuerdos con EEUU, pero no vamos a ser ingenuos: vamos a responder de manera ágil y proporcionada porque en Europa tenemos las herramientas para hacerlo”, ha añadido.

Interrogantes en los planes de Cupra para EEUU

La nueva medida proteccionista anunciada por la administración Trump coge al Grupo Volkswagen y a Seat analizando la estrategia a seguir para Cupra. Que la enseña desembarcará en Estados Unidos se da por seguro, el interrogante es cómo. El consorcio alemán dejó caer hacer un mes, durante la presentación anual de resultados, que no descarta su producción dentro del país norteamericano. Se trata de un “mercado muy atractivo para Cupra”, dijo el consejero delegado del Grupo VW, Oliver Blume. Sin embargo, también reconoció que no hay nada decidido porque “es importante ver la realidad”, en referencia a la situación del mercado.

Días después el presidente ejecutivo de Seat-Cupra, Wayne Griffiths, añadió que “estamos trabajando en distintas alternativas, porque no todo es blanco o negro”. “Los aranceles cambian de un día a otro”–dijo hace dos semanas–, “los planes se mantienen, pero lo que tienes que ser es flexible”, ha asegurado el consejero delegado. Pero “si queremos estar en EEUU tienes que fabricar en la región, también en México”, matizó. “Hay que ver lo que va sucediendo. Tienes el cliente, la regulación y los aranceles y hay que trabajar en las diferentes alternativas y tecnologías”, resumió entonces. 

Pese al nulo impacto en España, Anfac rechaza las medidas proteccionistas anunciadas por Trump, puesto que “ninguna batalla comercial beneficia al consumidor ni a la industria, de ninguna de las partes afectadas”, en la medida que las marcas de automóviles “son operadores globales”, ha señalado este jueves el lobby en un comunicado.

La industria auxiliar española, en cambio, sí teme un mayor impacto. Sernauto, la patronal de proveedores, alerta de que la medida arancelaria “afectaría tanto a exportaciones directas desde España como a vehículos con componentes españoles integrados producidos en Alemania, Francia o México”.

Estados Unidos es el octavo socio comercial del sector de proveedores de la automoción, con una facturación de más de 1.021 millones de euros, lo que supone el 4% de la cifra total de exportaciones. “Aunque no es un porcentaje alto, es un mercado estratégico, con alto valor añadido”, explica Sernauto.

El principal destino de las ventas españolas –más del 65% del total– es la Unión Europea, con un volumen de 16.655 millones de euros, especialmente Alemania y Francia. De ahí la preocupación de este sector.

La industria europea, “profundamente” preocupada

La situación de España contrasta con la del conjunto de Europa, dado que la Unión Europea destina un 16% (aproximadamente 750.000 unidades al año) de su producción automotriz al mercado estadounidense. Por lo tanto, esta medida tendrá un impacto significativo.

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) está “profundamente” preocupada y este jueves pidió a Trump, que reconsidere la decisión. El escenario es totalmente distinto al español. Las exportaciones de vehículos de la Unión Europea a Estados Unidos alcanzaron los 50.889 millones de euros en 2024. Es un descenso del 6,8 % respecto al año anterior, según los últimos datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, pero es el principal destino de las exportaciones por valor económico.

De cada cuatro euros que genera la industria automotriz, uno se vende en Estados Unidos, lo que suma alrededor de 38.500 millones de euros, explica Xavier Ferré, socio responsable del sector de automoción y transporte de EY en España.

Ferré señala que los fabricantes tienen una “capacidad limitada para absorber los aranceles, ya que los costos de producción, en términos de mano de obra y componentes, son elevados en comparación con otros mercados, como el chino, así como con países como Marruecos y Turquía, lo que representa una clara desventaja”.

La directora de ACEA, Sigrid de Vries, apela a la contribución de la industria automotriz europea al otro lado del Atlántico. “Los fabricantes de automóviles europeos llevan décadas invirtiendo en EEUU, creando empleo, impulsando el crecimiento económico en las comunidades locales y generando cuantiosos ingresos fiscales para el Gobierno estadounidense”, declaró este jueves. Exportan entre el 50 % y el 60 % de los vehículos que fabrican en EEUU, lo que supone una importante contribución positiva a la balanza comercial estadounidense.

De Vries recuerda también que los aranceles “no solo afectarán las importaciones a EEUU, una penalización que probablemente pagarán los consumidores estadounidenses, sino que las medidas sobre las piezas también perjudicarán a los fabricantes locales que producen para la exportación”. EEUU importó productos del sector del automóvil por valor de 475.000 millones de dólares en 2024, de los que casi la mitad fueron vehículos.

De hecho, este jueves Ferrari fue el primero en anunciar que subirá el precio de sus coches, de lujo, hasta un máximo del 10 % en Estados Unidos “ante las informaciones preliminares actualmente disponibles sobre la introducción de aranceles a las importaciones de vehículos de la Unión Europea en Estados Unidos”, según un comunicado de la compañía del caballo rampante.

Por países, Alemania fue, con gran diferencia, el país de la UE que más coches exportó, por un valor de 32.709 millones de euros, representando el 64,27 % del total. El segundo país fue Italia (por un valor de 4.549 millones), seguido de Suecia 3.789 millones de euros) y Eslovaquia (3.175 millones).

Alemania exige un convenio bilateral

Para Alemania –como para Estados Unidos– el automóvil es una de las columnas que vertebran su industria, por lo que considera que los aranceles son “una carga significativa” tanto para las empresas como para sus cadenas de suministro global, según la presidenta de la patronal alemana del sector, VDA, Hildegard Müller.

La industria automovilística alemana exige incluso negociaciones entre EEUU y la UE sobre un convenio bilateral. Müller ha recordado que, en el primer mandato de Trump, la UE y EEUU pudieron llegar a un acuerdo en el conflicto comercial tras intensas discusiones.  

Les va la vida. Según datos de VDA, la industria automovilística alemana emplea en EEUU a 138.000 personas, de ellas 48.000 trabajan en fabricantes automovilísticos y otras 90.000 en empresas de componentes alemanas. Pero también están muy implantados en Estados Unidos. Al otro lado del Atlántico produjeron el año pasado 844.000 vehículos, de los cuales la mitad se exportó al resto del mundo.

El sector del automóvil europeo perdió este jueves el 4,23 % en bolsa. Entre las once compañías del índice europeo Stoxx 600 (que cayó el 0,44 % en esta jornada), Valeo perdió el 7,76%, Stellantis el 4,23%, Mercedes-Benz Group el 2,69%, Porsche el 2,62%; BMW el 2,55%; Continental el 2,39% y Volkswagen el 2,88%. Acabaron con subidas Cie, del 2,21 %, Ferrari ganó el 1,82 % y Renault, menos expuesta a Estados Unidos, el 0,55.

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