La Hacienda catalana pierde a dos directoras en una semana tras la renuncia de una testigo del caso ITV

La Hacienda catalana arranca sin dirección el curso político en el que debe convertirse en una 'estructura de Estado' clave para el Govern. La Generalitat había designado el pasado día 12 de septiembre a Olga Tomàs como nuevo directora de la Agència Tributària de Catalunya (ATC), pero este lunes Tomàs ha comunicado su renuncia tras constatar que “no existe el consenso necesario” para que asuma el cargo. La CUP había cuestionado la semana pasada el nombramiento de Tomàs por su presencia en el caso de las ITV en calidad de testigo y su vinculación con Oriol Pujol Ferrusola –con quien coincidió en el departamento de Industria–, el principal cargo político implicado en la trama. 

En siete días, la ATC ha perdido a dos directoras. Y es que Tomàs era la sustituta de Teresa Ribas, que optó por abandonar la Generalitat para trabajar en el instituto de Hacienda de Barcelona (aunque Tomàs todavía no había sido nombrada formalmente ya que hubiera sustituido a Ribas a partir del 1 de octubre).

La renuncia de Tomàs, que había ocupado varios cargos de responsabilidad en la administración catalana en especial bajo los gobiernos de Convergència, supone un revés para el Govern, y en concreto para la secretaría de Hacienda, que comanda Lluís Salvadó (ERC). Tomàs fue designada por su conocimiento de la ATC, donde ocupaba el cargo de coordinadora territorial de oficinas de gestión tributaria y dirigía su despliegue en varios municipios catalanes. La conselleria de Economía ha anunciado que Tomàs seguirá en este cargo.

La semana pasada, tras proponer a Tomàs para dirigir la Hacienda catalana, Salvadó acudió al Parlament para explicar el despliegue territorial de la ATC, que el año que viene tiene que sustituir a los Registradores de la Propiedad y a la Agencia Tributaria estatal en el cobro de deudas de particulares y en la recaudación de los impuestos de sucesiones y de actos jurídicos documentados. Los planes de expansión se mantienen, pero hasta final de mes no tendrán a nadie que los dirija.

Precisamente en la comparecencia de Salvadó para explicar los planes de futuro de la ATC, la diputada de la CUP, Eulàlia Reguant, pidió al secretario de Hacienda que la designación de la dirección de la ATC fuera “transparente” y “pública”, e incluso reclamó un “concurso público” para evitar episodios del pasado como la elección de la dirección de la Oficina Antifrau.

A preguntas de este diario, una portavoz de la conselleria de Economía ha indicado que todavía está por decidir si el nombramiento por parte del Govern de la nueva persona para dirigir la ATC se hará mediante una promoción interna o un concurso. El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha asegurado que la conselleria de Economía buscará una relevo “rápido y de consenso” de Olga Tomàs.

La CUP, en contra del nombramiento

Las suspicacias de la CUP provienen de la relación de Tomàs con el caso ITV, que investiga a Oriol Pujol Ferrusola y a varios empresarios por el supuesto amaño de las adjudicaciones de estaciones de control de vehículos. Tomàs es uno de los testigos del sumario del caso. Acudió a declarar en 2013 como testigo a petición de la Fiscalía. Fuentes judiciales consultados han indicado que el testimonio de Tomàs, igual que el de los demás testigos que se han propuesto en el caso, “es relevante siempre”. 

La CUP ha denunciado que Tomàs trabajó codo con codo con los dos cargos políticos investigados por el caso, Oriol Pujol y Josep Tous cuando “se construyó la trama”. En concreto, en el año 2000, como directora de servicios del departamento de Trabajo e Industria, cuando Pujol y Tous eran secretario y director general de la conselleria, respectivamente. “Fuentes internas aseguran que Olga Tomàs siguió trabajando siempre para Oriol Pujol incluso cuando éste ya no estaba en el departamento”, ha asegurado la CUP.

Tomàs ha desarrollado la mayor parte de su carrera en la Generalitat. El cargo que más veces ha ocupado es el de directora de servicios en los departamentos de Trabajo e Industria (2000-2003) Comercio, Turismo y Consumo (2003-2005), Empresa y Empleo (2011-2012), y Economía y Conocimiento (21013-2015). En 2015 fue directora general de Patrimonio.

La ATC afronta el reto de liderar una fase de expansión que la debe llevar a aumentar su número de sedes de 4 a 19, a asumir de manera directa las competencias propias en materia de recaudación ejecutiva o bien la gestión de la totalidad de los impuestos cedidos, lo que debería permitir a la Hacienda catalana recaudar directamente 2.306 millones de euros frente a los 1.242 actuales. Este monto, sin embargo, es pequeño en comparación con los impuestos que recauda la Agencia Tributaria estatal –IRPF, IVA y Sociedades– y que luego Hacienda transfiere a la Generalitat, que suponen la mayor parte de los ingresos de la Generalitat.

El Govern también prevé que la ATC pase de los 350 a los 800 trabajadores a finales de 2017, una ampliación de plantilla con la que presiona a la CUP para que los anticapitalistas avalen las cuentas para el próximo año y no le vuelvan a tumbar los prespuestos.