El última pleno del curso en el Parlament ha terminado este viernes con la aprobación, por parte de la mayoría de Junts pel Sí y la CUP, de la ley del Código tributario de Catalunya. El texto no rebasa las competencias autonómicas en fiscalidad de las que Catalunya, al igual que el resto de comunidades, dispone. Sin embargo, los independentistas han definido la ley como el “fundamento” o el “armazón” de la futura Hacienda catalana, una de las principales estructuras de Estado.
Al igual que con la reforma del reglamento aprobada el miércoles, la mayoría de Junts pel Sí y la CUP ha permitido la aprobación de la nueva norma fiscal, que respeta las competencias vigentes para impedir una anulación por parte del Tribunal Constitucional. “La forma es correcta, correctísima”, ha sostenido en este sentido la diputada de JxSí, Maria Senserrich.
No obstante, JxSí y CUP no han escondido que la norma está pensada para ampliada en un futuro y, en caso de una independencia de Catalunya, incorporar nuevos organismos y un sistema fiscal para que la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) recaude todos los impuestos. “Hoy aprobamos los fundamentos de una estructura de Estado”, ha dicho Senserrich. “Esta ley se queda corta, pero es un armazón para superar en breve el marco actual”, ha terciado Eulàlia Reguant (CUP).
Lo que este viernes se ha aprobado son los tres primeros libros del Código Tributario. En ellos se incluye la ATC, ente que creo el Govern tripartito. Asimismo, el texto también crea un Instituto de Investigación fiscal y un Consejo Fiscal, formado por administraciones públicas, sector privado y entidades sociales del ámbito de la fiscalidad justa.
A través de estos organismos, se prevé, entre otros puntos, un registro en el que se podrán inscribir voluntariamente asesores fiscales que cumplan un código de buenas prácticas, aunque en caso de incumplirlo pueden ser sancionados o, en casos graves, se informará a las autoridades competentes.
A última hora se ha eliminado del texto la referencia a la constitucionalidad como fuente del nuevo código tributario catalán, una de las críticas que realizó el Consell de Garanties Estatuàries (el TC catalán) en un dictamen que solicitaron el PSC y CSQP.
La oposición ha criticado el texto. Antonio Espinosa, de Ciutadans, se ha referido a ley como “chapuza” e “instrumento al servicio de la secesión”. Por parte del PSC, Alícia Romero ha criticado la falta de seguridad jurídica del texto y el, a su juicio, doble discurso de los independentistas: “Por la mañana quieren desobedecer y por la tarde acatar”.
El diputado del PP Santi Rodríguez ha considerado que “hoy no se aprueba una ley sino un discurso político que, además, genera confusión al ciudadano”. Y Àngels Martínez Castells, de Catalunya Sí Que es Pot, ha lamentado que la aprobación del código “no hará que quién más tiene en Catalunya pague más impuestos”.