“Lucharemos sí o sí. Es nuestro techo y estamos dispuestos a todo ”
Urimari es la presidenta del bloque que, desde hace cuatro semanas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y por la Crisis (PAHC) de Sabadell ocupa en el barrio de Gracia de la localidad para hacer frente a las situaciones de desahucio que sufrían varias familias. Ahora, sin embargo, la de Urimari y ocho más se enfrentan a una nueva amenaza de desalojo, esta vez por parte de la Sareb, el llamado banco malo, que es quien desde febrero gestiona la propiedad del inmueble.
Los representantes del banco malo comparecen esta mañana a los Juzgados de Sabadell para declarar por la denuncia que interpusieron por la ocupación del bloque y donde exigen un desalojo cautelar del edificio. Por ello, la plataforma ha convocado una manifestación prevista para las 11 de la mañana donde pide el apoyo de toda la ciudadanía para reivindicar que estas familias no pueden ser lanzadas de nuevo a la calle, sin un techo bajo el que dormir. La plataforma, además, ya ha recibido cerca de 50 adhesiones de entidades, asociaciones, movimientos sociales y partidos políticos de ámbito local y nacional a un manifiesto de rechazo al desalojo del inmueble.
Según el portavoz de la plataforma, Albert Jiménez, en el documento de la denuncia, la Sareb alega preocupación por posibles desperfectos, especialmente en el mobiliario del edificio. En este sentido, lamenta que “para la Sareb valgan más los electrodomésticos que garantizar uno de los derechos sociales básicos, como es el de la vivienda”.
Las familias, sin embargo, tienen claro que no harán las maletas: “Estamos muy nerviosos, pero la PAH es una familia muy grande y si hace falta nos atrincheramos todos en el bloque”, asegura el Urimari. Las 10 familias que ya habitan en el inmueble se han organizado como una comunidad de vecinos corriente: gestionan la limpieza de las zonas comunitarias y se han repartido tareas como la presidencia o la tesorería para que el edificio comience, después de 4 años vacío, a tener vida.
El mensaje de lucha y esperanza sigue latente y se hace más fuerte en cada palabra y en cada dificultad que deben afrontar los afectados. Son conscientes de que su demanda es legítima y siguen abiertos a negociar con la entidad propietaria. “No pedimos nada gratis, sólo queremos un alquiler social”, asegura Urimari. Pero según expone Jiménez, la Sareb no acepta ningún tipo de negociación para dar una solución al problema. “Es una ironía sangrienta y vergonzosa que una entidad participada en un 45% por fondos públicos no destine este dinero a causas sociales, sino a salvar a los auténticos culpables de la situación de estas familias”.
Se trata del tercer bloque que la PAHC de Sabadell libera en la ciudad para dar un techo a las familias afectadas por los desahucios. “En un principio, la juez nos dijo que no habría desalojo cautelar porque se seguiría la misma doctrina que en los anteriores casos”, explica Jiménez, “pero la Sareb tiene un equipo jurídico muy potente”. Según el activista, el banco malo está siguiendo una ofensiva política e intenta descabezar la campaña de la plataforma porque, a pesar de ser el octavo bloque ocupado del movimiento, este es el primero que ha logrado tanto eco mediático.
La PAHC de Sabadell no piensa, en estos momentos, renunciar al bloque. “Todavía no hemos considerado qué hacer en caso de desalojo, porque no es un escenario que nos planteamos”, dice Jiménez. Las familias también tienen claro que hay que seguir luchando: “Es nuestro techo y estamos dispuestos a todo”, zanja Urimari.