El control de la privatizada ATLL permite a Acciona ganar un 17% más en el primer trimestre

La mayor privatización de la historia de la Generalitat ha resultado fundamental a Acciona para obtener beneficios de 49 millones de euros en el primer trimestre de 2016, un 17,4% más que el año pasado, según ha comunicado la compañía este jueves. Mientras que las divisiones de energía y construcción de la compañía disminuyen su facturación, el área de aguas la aumenta un 83% gracias a que Acciona ha doblado su participación en Aigües Ter-Llobregat (ATLL) desde enero de este año.

Acciona ya poseía desde 2012 un 39% de Aigües Ter-Llobregat, que la Generalitat privatizó a cambio de 1.000 millones de euros, pero la multinacional española ha tomado el control de la concesionaria de aguas al comprar al banco de inversión brasileño BTG Pactual su participación en la empresa por 74 millones.

BTG Pactual puso a la venta en diciembre del 2015 su participación en ATLL debido al escándalo de corrupción que llevó a la cárcel acusado de soborno al máximo ejecutivo del banco, André Esteves. Acciona, a día de hoy, controla el 78% de la empresa de agua responsable de abastecer los depósitos de agua de los que dependen 4,5 millones de catalanes. El resto de ATLL está en manos de los vehículos de inversión de las familias catalanas Rodés y Godia.

Gracias a su consolidación en ATLL, la división de agua de Acciona casi dobla su facturación hasta los 163 millones de euros en el primer trimestre. Por contra, Acciona ha sufrido una bajada de ingresos en sus divisiones de energía (-10,2%, hasta 573 millones), a causa de la caída de los precios mayoristas de la electricidad; así como en su área de construcción: un 20% menos hasta los 427 millones.

El negocio del agua es muy rentable para las compañías. De hecho, la concesionaria que gestiona ATLL registró beneficios de 35 millones de euros los dos primeros años de concesión. Por el mismo motivo, el control de Acciona sobre ATLL se encuentra discutido desde el momento inmediatamente posterior a firmar el contrato de privatización.

El 2 de enero de 2013, un día después que el consorcio encabezado por Acciona empezara a gestionar la empresa de aguas, el Organismo Administrativo de Recursos Contractuales de Catalunya (OARCC) excluyó a Acciona de la adjudicación de ATLL. Agbar, la empresa que competía con Acciona por ATLL, terminó llevando el caso a los tribunales y el pasado junio el TSJC declaró nulo todo el concurso. Para los partidos de izquierda este fallo abre la puerta a la vuelta de ATLL a control público. El caso ha terminado en el Tribunal Supremo.

La gestión privada de ATLL ha recibido una multa de 4 millones de la Generalitat, ya que Acciona contrató a sus filiales para llevar a cabo trabajos de mantenimiento de la red sin la perceptiva autorización del gobierno catalán.