Convergència ha tomado la iniciativa en el debate sobre los presupuestos que acaban de entrar en el Parlament. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado este jueves que el Govern reducirá la carga fiscal del tramo autonómico del IRPF a las rentas más bajas. Ante unos 300 empresarios en el tradicional encuentro del Cercle d'Economia en Sitges, Puigdemont ha defendido que el Govern puede reducir el IRPF a los ciudadanos con menos recursos sin subírselo a las rentas altas, una opción que le exige la CUP para aprobar los presupuestos de este año y que ERC no rechaza contemplar.
Dos días después de que Oriol Junqueras presentara las cuentas, Puigdemont ha dicho que una medida de este tipo “no pone en riesgo” los presupuestos de este año ya que que no se notará en las finanzas catalanas hasta 2019. La razón hay que buscarla, ha dicho Puigdemont, en el modelo de liquidación que contempla el actual sistema de financiación autonómico.
“El 99% de contribuyentes catalanes no solo paga más IRPF que la media de las autonomías sino más que cualquier comunidad”, ha afirmado el president, y ha añadido que “la diferencia es mayor en las rentas bajas”.
Las rentas catalanas de hasta 18.000 euros tienen un tramo autonómico de IRPF del 12%, el más alto del Estado. Por contra, los catalanes con rentas a partir de los 100.000 euros pagan un IRPF por debajo de la media de los ciudadanos del Estado con la misma base liquidable. “Pensar en compensar entre catalanes las modificaciones tributarias es enfocar mal el problema”, ha dicho Puigdemont.
En las últimas semanas, ERC y Convergència han evidenciado sus diferencias sobre la progresividad del sistema fiscal. Si bien ambas coinciden en que hay que rebajar la presión fiscal a las clases medias y bajas, las diferencias florecen cuando se abre el melón de aumentar los impuestos a los ricos: ERC se ha abierto a estudiarlo, mientras que los convergentes lo rechazan.
Sobre el nuevo modelo de financiación –el actual está pendiente de renovarse desde 2014– Puigdemont ha reiterado que la Generalitat no liderará la reclamación autonómica para cambiarlo. Con todo, ha señalado que con un nuevo modelo de financiación más beneficioso, la Generalitat podría tener 2.600 millones de euros más disponibles cada año.