Ningún ex ministro de un país de la periferia europea genera tanta expectación allá por donde pisa como Yanis Varufakis, titular de la cartera de finanzas griega hasta el pasado julio. El hombre que llegaba a su ministerio en moto y enfundado en chaqueta de cuero sigue siendo azote de las políticas de austeridad que han sumido a Grecia y parte del continente en una crisis que parece que nunca acaba. Ya fuera de las instituciones, Varufakis ha presentado en Barcelona su fórmula para refundar la Europa de las oscuras reuniones del Eurogrupo que le tocó sufrir: una red ciudadana apartidista que apueste por el interés colectivo y arrincone las actuales formas de las instituciones. En otras palabras, 'Europa en Común'.
La propuesta del ex ministro para “democratizar” la Unión Europea tiene inevitables conexiones con las candidaturas ciudadanas que, como Barcelona en Comú, conquistaron varias alcaldías en las elecciones del pasado mayo. La música es conocida. Esta red europea, a juicio de Varufakis, debería “incluir a todo el mundo independientemente de su afiliación política”, incluidos los perfiles conservadores. Aunque inconcreta, la propuesta ha gustado al millar de asistentes que una hora antes del comienzo de la conferencia ya llenaban el centro cultural del Born de Barcelona y que han salido encantados. Los ecos de la tarde de junio en que se presentó la candidatura que llevó a Ada Colau a la alcaldía han resonado este jueves en el Born.
¿Qué propone Varufakis? Se trata de una asamblea de representantes europeos elegidos por los ciudadanos para debatir “el futuro de Europa”. Esta asamblea, a juicio del ex ministro griego, debería elaborar una nueva constitución europea “para sustituir al panteón de tratados que tenemos ahora”.
Varufakis ha remarcado la importancia de que no sea un movimento “de arriba a abajo”, sino fruto de la movilización ciudadana. Por eso ha evitado incluir a Podemos o al nuevo laborismo británico de Jeremy Corbyn como parte nuclear del proyecto. Sin embargo, no ha dudado en afirmar que esa red “encontrará una expresión espontánea” en las distintas elecciones nacionales “que yo no he de determinar”, ha remarcado.“El partido político nacional ya no es una buena base para construir el movimiento que necesita Europa”, ha remachado Varufakis.
¿Quién le apoya en este reto? “Mucha gente en Alemania, Grecia, Portugal, España o el Reino Unido”, ha contestado el ex ministro a la periodista Mònica Terribas. Ciudadanos de a pie y políticos de varios países europeos que se han acercado a Varufakis “no por solidaridad con Grecia, sino porque estaban preocupados por si se trasplantaban las políticas aplicadas en mi país”.
El temor a una europeización permanente de la austeridad griega es el propulsor de la red que propone tejer Varufakis. “La manera como Grecia ha sido destrozada ha abierto una ventana de oportunidad en Europa”, ha valorado el ex ministro. Otra conexión con las candidaturas ciudadanas, que maduraron y lograron buena parte de su base electoral en los barrios más castigados por la crisis.
No todo ha sido propuesta política. Varufakis también se ha puesto en el bolsillo al público (y a los muchos ciudadanos que han seguido la conferencia desde fuera del recinto del Born) con sus frases grandilocuentes contra los poderes europeos: “El Eurogrupo no se distingue por su nivel intelectual”, ha sido de las más aplaudidas. Varufakis también ha levantado aplausos con la declaración de intenciones previa a su propuesta de red ciudadana: “La democracia molesta a los eurócratas”, ha afirmado.
Con o sin red ciudadana, el autor de El minotauro global ha expuesto su receta para terminar con las cuatro crisis que azotan Europa (bancaria, de deuda, de inversiones y de miseria). Un programa que pasa por “romper la alianza desagradable entre banqueros y políticos” y, en especial, por que el dinero acumulado en las cuentas bancarias de los ricos europeos se destine a la inversión productiva. “Los estados tienen que decir a los ricos que si invierten sí habrá demanda”, ha afirmado.
El ex ministro que se enfrentó y perdió contra el Eurogrupo también ha tenido tiempo para reivindicar la lucha contra la pobreza como uno de los objetivos europeos en el corto plazo. “Tendríamos que sentir vergüenza como europeos por el aumento vertiginoso de la pobreza y por la manera en como tratamos a los refugiados”, ha dicho Varufakis antes de explicar durante media hora su proyecto político europeo.
Seguramente el objetivo más importante de la red de Varufakis es terminar con “la soledad” que sienten los habitantes de las banlieues de París o los barrios castigados por la crisis de Barcelona y Atenas con la respuesta europea a la crisis. Parece un reto imposible. Pero también parecía imposible que una okupa antidesahucios fuese alcaldesa de Barcelona. “Es mejor encender una pequeña vela que maldecir a la oscuridad”, ha dicho Varufakis. Él ya ha prendido la mecha.