La Generalitat quiere tener aprobado antes del inicio del próximo curso un decreto que dé cobertura a la actividad de las llamadas madres de día, las educadoras que cuidan y educan a niños de 0 a 3 años en sus casas. Cada vez más familias optan por lo que en Catalunya se conoce también como hogares de crianza, así que la conselleria de Asuntos Sociales, Trabajo y Familia, en consonancia con otros países europeos, ha decidido regular su práctica.
“Regularemos el vacío legal y profesionalizaremos la actividad desde el punto de vista laboral, como en los países más avanzados en políticas de infancia”, ha anunciado la consellera Dolors Bassa, que ha adelantado algunos detalles de una normativa que se prevé que entre en vigor antes del inicio del próximo curso escolar. El decreto conllevará la creación de un registro público donde consten las educadoras que prestan este servicio, se fijará una ratio máxima de cuatro niños por profesional y se exigirá que los hogares tengan un mínimo de 70 metros cuadrados.
Las madres de día han proliferado en los últimos años como una alternativa a las guarderías, entre otros motivos por estar estas sobrecargadas, por ofrecer mayor flexibilidad a las familias o porque plantean nuevos modelos pedagógicos, vinculados a la educación libre. Hasta ahora, en España solo Navarra y Madrid contemplan este sector en su normativa, según la Red de Madres de Día. Países como Alemania, Francia o Suiza lo hacen desde hace años.
Autónomas con formación y experiencia
Mientras que en 2012 la Generalitat solo tenía constancia de 11 madres de día, en la actualidad esta cifra alcanza las 191. Son, sobre todo, las que se agrupan en la Associació Mares de Dia, que desde hace años trabaja para regular el sector.
Varias de las medidas que la Generalitat prevé incorporar al decreto están en consonancia con las que ya a día de hoy exige esta asociación a las educadoras que quieren integrarse en ella. En este sentido, las madres de día deberán acreditar estudios superiores relacionados con la educación, un mínimo de dos años de experiencia laboral, titulación en manipulación de alimentos y primeros auxilios, y deberán presentar un proyecto educativo que la conselleria de Asuntos Sociales se encargará de validar.
Otros requisitos para esta actividad serán los relacionados con las instalaciones. Los hogares deberán tener un mínimo de 70 metros cuadrados y dos habitaciones, una para el juego y una para el descanso, y una temperatura, iluminación y ventilación determinadas y supervisadas.
En cuanto a las condiciones laborales de las educadoras, serán consideradas trabajadoras autónomas, que mantendrán con las familias un contrato privado donde constará el precio y los detalles del servicio. Esto supondrá, según la Generalitat, “el paraguas legal” que les faltaba hasta ahora a las trabajadoras.