Factoría FlyHard pura y dura

La Villarroel vuelve a optimizar espacios y tiempos. En pleno Grec, sorprendió a todos con El loco y la camisa, que levantó al público de las sillas pero que estuvo en cartel muy pocos días. Ahora, en pleno Griego, ha encajado en su programación dos espectáculos de la Sala FlyHard, Nit de ràdio 2.0 y Un home amb ulleres de pasta, respectivamente de Cristina Clemente y de Jordi Casanovas, como ya hizo la temporada pasada con Burundanga , otro exitoso proyecto de la factoría de Sants.

Las dos obras tienen muy marcado ese sello tan propio de la FlyHard, esta apuesta por lo cotidiano, por personajes muy próximos (por mucho que, quizás, sean llevados a extremos), por paisajes reconocibles, por referencias a hechos y personas de casa...: un programa de radio nocturno al que llama gente aburrida o un joven con gafas de pasta (¿hay algún rasgo más simbólico?) que es un fantasma, un pesado, un chulo.

Nit de ràdio 2.0 estará en cartel hasta el 24 de julio y nos transporta a un estudio de radio donde, de madrugada, comienza Ho busco i no el trobo, un clásico y tópico programa al que llama la gente, desesperada porque no encuentra algo concreto y requiere la ayuda de otros oyentes. Todo se complica cuando las llamadas empiezan a pedir cosas intangibles: la paz, la felicidad, el éxito... Todo ello dará pie a la (odiada) becaria a tomar las riendas del programa y a demostrar que en las redes sociales hay respuesta para todo. Incluso para desarrollar en antena, paralelamente, un juego hecho en base a los problemas que se viven tras los micrófonos. La noche acabará con sorpresas para todos.

En Un home amb ulleres de pasta, que se mantiene en cartel hasta el 28 de julio, una pareja monta una cena en casa de una amiga a quien acaba de dejar su novio. Será la ocasión perfecta para presentarle a Marcos, un poeta joven idolatrado por la pareja (“es de los pocos amigos interesantes que tenemos”) que no hace más que mirarse el ombligo con versos vacíos e idiotas pero hipnotizantes... La cena acabará mal. Exageradamente mal. Pero los personajes no dejarán de sonarnos. Por encima de las apariencias de este literato autocomplaciente, Jordi Casanovas quiere poner los sentimientos reales; por encima de las rimas y las metáforas pomposas, las emociones del día a día.

Clara Cols, Sergio Matamala y Pablo Lammers repiten en las dos obras, mientras que Alicia Puertas y Roser Blanch son el cuarto personaje, respectivamente, a Un home... y en Nit de ràdio... No es fácil meterse en la piel de tipos tan diferentes en funciones alternas. Pero las obras, con mucho recorrido ya por teatros catalanes, han sido paridas en equipo. Es la metodología de la FlyHard, la de Jordi Casanovas (director de la sala): crear un texto a fuerza de ensayarlo, entre todos, que cada uno diga y aporte lo suyo. Por ello, cada personaje tiene sus tics, sus detalles, sus obsesiones que podríamos tener cualquiera de nosotros.

Es el mismo caso que el teatro argentino de Timbre 4 de Tolcachir o el de Nelson Valente, autor y director de la citada El loco y la camisa. No es casualidad, pues, que este fuerte sello de la FlyHard, coincida tanto con el estilo inventado en apartamentos redecoradas en teatros en Buenos Aires. El espíritu es el mismo: un teatro cercano, realista y bien hecho.

La Villarroel vuelve a optimizar espacios y tiempos. En pleno Grec, sorprendió a todos con El loco y la camisa, que levantó al público de las sillas pero que estuvo en cartel muy pocos días. Ahora, en pleno Griego, ha encajado en su programación dos espectáculos de la Sala FlyHard, Nit de ràdio 2.0 y Un home amb ulleres de pasta, respectivamente de Cristina Clemente y de Jordi Casanovas, como ya hizo la temporada pasada con Burundanga , otro exitoso proyecto de la factoría de Sants.

Las dos obras tienen muy marcado ese sello tan propio de la FlyHard, esta apuesta por lo cotidiano, por personajes muy próximos (por mucho que, quizás, sean llevados a extremos), por paisajes reconocibles, por referencias a hechos y personas de casa...: un programa de radio nocturno al que llama gente aburrida o un joven con gafas de pasta (¿hay algún rasgo más simbólico?) que es un fantasma, un pesado, un chulo.