Desde antes de ayer y hasta mañana 4 de octubre en el Pabellón Italiano de la Fira de Montjuic encontraremos el Swab. Esta feria de arte contemporáneo de Barcelona reúne en su octava edición a 65 galerías venidas de 22 países. Fundada y dirigida por el arquitecto Joaquín Díez-Cascón desde sus inicios en las Drassanes en 2007, ha ido evolucionando y ganando adeptos entre galeristas y público general hasta hacerse el un hueco en el calendario cultural de la ciudad.
¿Cómo nace una feria como Swab en Barcelona?
Soy coleccionista e iba a diversas ferias del mundo, me di cuenta de que en Barcelona no existía este tipo de feria. Lo comentaba a galeristas amigos míos y les preguntaba porqué no había una aquí y decían que era un tema muy complicado. Debí ser tan pesado que al final me dijeron que porqué no la montaba yo... y aquí estamos. Por otro lado, hoy en día con la globalización las galerías necesitan un escaparate de gran visibilidad y eso es lo que ofrece Swab, a veces a los espacios propios es complicado que llegue el público.
Se queda todo en el vender y comprar...
No, la idea fundamental es acercar a Barcelona todo ese arte joven que está pasando en el mundo y todas las nuevas disciplinas, que se produzca un intercambio con la cultura de la ciudad y de Cataluña. Queremos acercar la feria al público, hacerla cotidiana, accesible y conseguir que la gente se habitúe al arte contemporáneo, lo conozca, reflexione con nosotros sobre él; y que durante el resto del año vaya a ver galerías, museos y centros de arte.
¿Qué tipo de arte contemporáneo nos traen a Montjuïc las galerías?
Hay un poco de todo y están representadas todas las disciplinas que existen hoy día. De alguna manera pretendemos que sea un pequeño muestrario de lo que está pasando en el mundo y en el mundo del arte internacional.
Más allá del tamaño evidente, ¿qué diferencia hay con Arco de Madrid?
Swab está hecha a escala humana desde las necesidades que un día hablábamos entre galeristas y coleccionistas y el público en general. Así puede existir esta conexión, este diálogo e intercambio. Para eso era necesario tener un número limitado de galerías, que en ningún caso excediera de 80, que estuviera dentro de la ciudad y no en el extrarradio...
Ya van ocho ediciones, ¿cómo ha evolucionado la feria?
Comenzamos con una feria en la que se veía arte joven a través de galerías y hemos ido creciendo a base de darle contenido y de dotarla de un discurso. Hacemos una feria mixta en la que hay un programa general en el cual las galerías desarrollan su exposición y una parte comisariada en que los comisarios también aportan su punto de vista sobre el arte contemporáneo. Así se ven dos partes diferenciadas de mundo del arte.
Del Swab de este año, ¿qué podríamos destacar?
Está muy bien la variedad, la sorpresa que cada año intentamos ofrecer. Tenemos un programa con fotografía china, artistas africanos y caribeños que tampoco se ve de forma habitual, el programa Swab Solo que va ganando nivel, el de dibujo con ocho galerías españolas (cuando el dibujo cada vez es más cercano a la gente), el Swab Seed que incluye aquellos espacios alternativos que están surgiendo en diferentes lugares del mundo... Queremos que todas estas nuevas alternativas estén presentes en la feria.
¿Qué volumen de negocio se movió en la edición anterior y qué se espera para esta?
El volumen es imposible de saber, es algo que a las galerías no les gusta divulgar. Hay galerías a las que les gusta poner el punto rojo y a otras no. Lo que sí sabemos es que el 75% de las galerías vendieron. Por otro lado, este año tenemos un 40% de fidelización en el programa general, pero nos gustaría llegar al 50%. Nosotros ya por concepto queremos que cada año haya un 45% de galerías diferentes, no queremos una feria monótona.
El arte no está en crisis, más bien está a tope... ¿Y el mercado del arte?
Se está produciendo un redescubrimiento del mundo de la cultura y del arte por parte de la gente que ya empieza a tener cierto nivel adquisitivo, también entre la gente joven. Es de las pocas cosas buenas que nos ha traído este cambio de era con la crisis. Al fin y al cabo, la cultura es lo único que alimenta el alma. Se está produciendo un acercamiento y como Swab es una feria asequible –por tener artistas emergentes–, puedes encontrar obras a partir de 100€ hasta miles de euros y comprarlas. La gente aprecia tener acceso a una pieza para su disfrute, que cada día que la ve tiene sus variantes, sus matices
¿Qué tendencias artísticas se vislumbran para este 2016?
Como la situación geopolítica es tan complicada, cualquier representación artística que denuncie la situación política o social y que representa lo que está pasando en la sociedad. Hay un retorno del arte conceptual, de las performances...
¿La gente consume, decora, invierte o colecciona arte en el sentido de buscar un algo intangible?
En algún sitio hay que poner la obra, pero creo que la gente está coleccionando por tener un diálogo con la obra durante X años. No es sólo un objeto decorativo. Yo nunca he comprado como inversión. Es un error comprar pensando en que va a ser una inversión pues te condiciona la elección, entonces tus objetivos no son limpios y el especular con el arte está reñido con disfrutar el arte. La obra la compro cuando me dice algo, ha movido una fibra de mi cuerpo.
Arquitecto, coleccionista de arte y desde hace unos años director de feria...
Ser arquitecto me da una visión diferente a otros protagonistas que están y viven dentro del mundo del arte. A la hora de organizar la feria hace que esta diferencia se note y Swab se desmarque del resto de ferias. Además, pertenecer a otra disciplina hace que no tenga que rendir cuentas con nadie del circuito artístico ni deber favores.