Toni Sala: “Busco dar el máximo de universal a través de la máxima concreción”

‘Els nois’ es una historia trágica ambientada en las comarcas de Gerona. ¿Podríamos hablar de un drama rural del siglo XXI?

Esto aún no me lo había dicho nadie y pensaba que en algún momento me lo dirían.

¿Y tenías miedo de que te lo preguntasen, que te pusieran una etiqueta?

Un drama rural es algo muy específico de Víctor Català y el nombre de drama rural tuvo una cierta fortuna. Incluso en los años ochenta hubo un crítico que hablaba de literatura urbana y literatura rural, pero en realidad son puramente unos cuentos de Víctor Català que son muy buenos, pero no son lo mejor que hizo la autora, lo mejor que hizo fue Solitud, a años luz del resto. Sin embargo, Solitud también venía de un drama rural, en realidad, tenía que ser un drama rural, tenía que ser un cuento y se convirtió en novela. ¿Si es un drama rural? Hombre, es verdad que es un drama y es verdad que pasa en el campo, pues quizás sí que es un drama rural de hoy.

El libro empieza con la muerte de dos chicos y la consternación que provoca. A partir de aquí, se construyen diferentes perspectivas sobre el tema de la muerte.

Se construyen cuatro personajes a partir de un hecho traumático que provoca un trastorno en la vida de unas personas, y este trastorno hace que estas personas configuren su personalidad. La muerte me sirve como un impacto para remover y para ver cuál es la personalidad de cada uno de los cuatro protagonistas que, de una manera u otra, son todos personajes con una cierta crisis.

La novela está ambientada en Vidreres. ¿Por qué escoges este municipio, este paisaje?

Yo no soy de allí, soy de la costa, de no muy lejos, pero me gustaba la idea de coger un mundo en el que yo no pertenezco. En Vidreres por circunstancias de la vida estuve tres o cuatro fines de semana y me gustó la idea de hacerme mío un paisaje a partir de lo que es universal, o sea, como yo no soy de allí podía poner algo tan universal como es la muerte, imaginando cómo funcionaría un heredero, una chica joven, un banquero ... Todo es inventado.

¿No hay personajes reales pues, no te has inspirado en personas reales?

Bueno, sí, siempre te vas inspirando en cosas que vas cogiendo de aquí y de allí, pero no, yo no conozco ningún banquero, ni ningún camionero, de heredero tampoco y de estudiante de veterinaria tampoco. Esto solo es como el attrezzo, es el vestido que pones a unos caracteres que sí podría decir que conozco, y quizás no los conozco de fuera, sino de dentro de mí, o sea, de alguna manera tu eres todos estos personajes.

Son personajes con una dureza de alma, Nil, Miqui... Hasta el banquero parece que no tenga alma, el menos dibujado. ¿Es una deformación grotesca de caracteres?

Son algo extremos, porque lo que te interesa es ir a descubrir territorio. Siempre debe ser la máxima amplitud y la máxima concreción, las dos cosas al mismo tiempo. Tienen que ser personajes bastante universales para que todos los puedan entender, quizá no reconocerse, pero sí entender, y al mismo tiempo tienen que ser peculiares, diferentes, deben aportar un conocimiento que no podrían darse en el caso de la muerte si al menos no fuera de gente suficientemente dura para no volver la cara ante algo tan bestia como la muerte de dos jóvenes.

Miqui y Nil son muy animales, muy salvajes.

Sí, son malos, son bestias. Y realmente cuando yo escribía, sobre todo con Miqui, lo pasaba fatal. Miqui es como un salvaje y parece que es el malo de la película pero luego ves que hay uno peor y el peor es justamente un artista. Y eso me interesaba mucho para hablar de la implicación del artista con su obra. De hecho, me preocupó porque aquí el artista es un personaje moralmente nefasto y me preocupaba porque al final es lo que da sentido a todo el libro, es lo que de hecho motiva todo lo que pasa, hasta que me di cuenta de que, de acuerdo, es un artista pero es un artista fracasado y pensaba menos mal! (ríe), solo faltaría que fuera un artista de éxito!

Dicen que vivir en la ciudad no es muy bueno para la salud física ni mental. ¿Es mejor vivir en el campo? Los personajes tampoco no parece que sean muy felices...

Depende del carácter, puedes estar tan solo en la ciudad muy acompañado en un pueblo. Lo que sí me interesaba es que hay un paisaje más primigenio, y como estamos hablando de cosas muy esenciales, de la muerte y de la personalidad, escribiéndolo también he ido a parar a lo que decían los filósofos griegos sobre los cuatro elementos: la tierra, el aire, el agua y el fuego. No diré que cada personaje representa cada uno de estos elementos porque sería absurdo, pero sí que sin haberlo visto voy a parar a estos elementos, que son el elemento original de donde sale todo, como si también saliéramos de algún modo de la muerte. O sea, que estamos hablando de cosas muy esenciales y entonces quizá en ambientes más huecos o menos complicados exteriormente se puede ver un poco más claro.

La cuestión de las herencias, y la ambición de querer conseguir tener más tierras, no para uno mismo, sino para que lo disfruten los que vendrán... ¿Todavía se vive con estos parámetros?

La tierra es muy esencial para la gente que es de familia campesina. El primer personaje es un forastero, que trabaja en Vidreres, pero que viene de fuera, yo me imaginaba que venía del Maresme; el segundo es el camionero, que es de Sils, el pueblo de al lado; el tercero es la chica, que sí es de Vidreres, pero el cuarto es el heredero, que es el que tiene el contacto directo con la tierra, para quien la tierra es importante porque es su esencia y por eso tiene todos estos líos consigo mismo, porque es alguien que se ha ido de lo que se esperaba que fuera. Para la gente que tiene tierras está muy presente, sí, y es algo muy animal también; tiene que ver con conductas tan animales como el sexo o como el miedo. Hay algo muy latente y es que somos de tierra, que somos del barro, y está muy presente en la gente que es campesina. Hay un momento que hay uno que dice: “Si tiran una bomba, todavía tienes la tierra, todavía existe el agujero”. Yo eso lo he oído decir a campesinos. Es algo que trasciende la misma tierra.

Banderas independentistas en los balcones, la reivindicación del desdoblamiento de la N-II, la crisis, la prostitución de carretera... ¿Qué nos dicen todos estos referentes tanto de la realidad más actual?

Es esta cosa de dar el máximo de universal a través de la máxima concreción. Y al mismo tiempo que está situado en un tiempo muy concreto, exactamente en la segunda semana o la tercera de enero del 2013. Pasa en 4 días concretísimos, lunes, martes, miércoles y jueves, al igual que lo pongo en un espacio muy concreto también lo quise poner en un momento muy concreto. Y en este momento, el paisaje, del mismo modo que distinguirías el de hace diez años porque estaba lleno de grúas, o el de hace cien años porque eran viñas, el de ahora se distinguirá porque está lleno de banderas independentistas.

¿Podríamos decir que eres un escritor paisajista?

Yo creo que no soy yo, sino que en la tradición literaria catalana hay una presencia muy fuerte del paisaje. Víctor Català, Ruyra, Pla, Verdaguer, Moncada mismo, son muy paisajistas. En la tradición literaria catalana la presencia del paisaje tiene mucho peso. Estoy un poco deformado por el hecho de que he estudiado filología y he leído bastante los clásicos catalanes. Supongo que viene de aquí.