Miembros de la coordinadora de entidades del SAP Muntanya, con el apoyo de Marea Blanca, ocupan el CAP de Sant Andreu y el de Río de Janeiro, en el barrio de Sant Andreu, para reclamar una atención sanitaria de calidad y pedir la dimisión del consejero Boi Ruiz.
Unos 60 activistas han entrado por la puerta de los CAPs de Sant Andreu y Río de Janeiro pocos minutos antes de que cerraran con pancartas de la Marea Blanca y gritando “recortar la sanidad también es asesinar”. Con esta acción simbólica han impedido el cierre de los centros a la hora habitual para manifestarse en contra de la austeridad en el sector sanitario.
Se quejan de que los recortes en el presupuesto de Salud hayan dado como resultado un grave problema de salud pública, agravado en los barrios más pobres de la ciudad.
Critican la masificación y el deterioro de los servicios de urgencias. La acción, que está apoyada por algunos profesionales de los centros, pretende apoyar la cadena humana que se celebrará el domingo en el Hospital de la Vall d'Hebron en contra la privatización del sector sanitario.
Los activistas piden que el acceso a la sanidad sea “de calidad y no discriminatorio”, quieren también que se ocupen todas las plazas vacantes por jubilaciones, que se haga una cobertura de las suplencias por bajas o vacaciones y que cada médico pueda disponer de un ratio de tiempo oportuno para atender a los pacientes.
Dicen, además, que se debería volver al nivel de presupuesto que había en 2010 o piden que se establezca una partida presupuestaria extraordinaria, si es necesario, para asegurar una atención primaria de calidad.
Miembros de la coordinadora de entidades del SAP Muntanya, con el apoyo de Marea Blanca, ocupan el CAP de Sant Andreu y el de Río de Janeiro, en el barrio de Sant Andreu, para reclamar una atención sanitaria de calidad y pedir la dimisión del consejero Boi Ruiz.
Unos 60 activistas han entrado por la puerta de los CAPs de Sant Andreu y Río de Janeiro pocos minutos antes de que cerraran con pancartas de la Marea Blanca y gritando “recortar la sanidad también es asesinar”. Con esta acción simbólica han impedido el cierre de los centros a la hora habitual para manifestarse en contra de la austeridad en el sector sanitario.