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Un documental analiza los efectos de los recortes sanitarios en Catalunya

Este miércoles se estrena el documental “La Salud, el negocio de la vida” que analiza las consecuencias que los recortes en los presupuestos aplicados por el Gobierno catalán están teniendo en la salud pública. El documental recoge, en sus cerca de dos horas de duración, tanto las reflexiones de personas directamente implicadas y afectadas por estos recortes como las manifestaciones y acciones de protesta que se han realizado contra sus efectos a lo largo del último año.

“La Salud, el negocio de la vida” recoge testimonios como el de Carme Cuchilleros, enferma de Parkinson y cáncer, que ha renunciado a comprar medicamentos: “Me niego porque hay mucha gente que está como yo o peor que yo. No puedo aceptar que yo haya estado trabajando toda la vida para acabar así. Lucharé y continuaré luchando aunque ponga en peligro mi salud”.

A lo largo del documental intervienen expertos como el doctor en Salud Pública, Joan Benach o la doctora Teresa Forcades, representantes de entidades como “Dempeus per la Salut Pública” –Àngels Martínez Castells y Antoni Barberà-, juristas como Santiago Vidal, que explica como se condicionan las sentencias, médicos como Joan Ramon Laporte, que explica la influencia de las grandes empresas farmacéuticas en las políticas públicas, periodistas como los miembros de la revista “Cafè amb Llet” –Albano Dante y Marta Sibina – que denuncian la corrupción en el sector, o Andrés Rueda, director de la “Asociación Catalana de Directores de Centros de Atención a la Dependencia Gerontológica”. Los autores de “La Salud, el negocio de la vida” también incluyen la opinión de algunos dirigentes de la patronal sanitaria (pese a que algunas organizaciones patronales no han querido participar en el documental) y del número dos de Boi Ruiz, conseller de Salud, el secretario general de Coordinación y Estrategias del departamento, Francesc Sancho.

El director del documental, Frederic Pahisa, destaca el esfuezo que ha supuesto el seguimiento de una problemática que se agrava cada día que pasa. “La Salud el negocio de la vida”, dice Pahisa, pretende exponer esta problemática y evitar que “la crisis económica sirva de excusa para que los grupos de poder vinculados a este sector desmonten la sanidad pública con el objetivo de dar cada vez más peso a la sanidad privada; es decir, privatizar y recortar los derechos sociales”.

El estreno del documental se hará, el miércoles, en el centro cívico de La Sedeta, en Barcelona, en un acto organizado por la asociación ATTAC-Acordem. Ese mismo día también se podrá ver en los cines Mélies, en Barcelona; en el cine Catalunya, de Terrassa; el centro Tarambana, de Cardedeu, y en la sala Concòrdia, en Montmeló. En esta población, el pase del documental estará precedido por un acto de homenaje a quien fue ministro de Sanidad, Ernest Lluch, dado que ese día se cumplirán 12 años de su asesinato por ETA. Lluch fue, precisamente, quien impulsó la legislación que universalizó el derecho a la sanidad pública en España. En días posteriores están programados pases en Sabadell, Vic, Montornés, Girona, Badalona, Reus y en otras salas de Barcelona.

“La Salud, el negocio de la vida” ha sido impulsado por la asociación de periodistas comprometidos “Solidaritat i Comunicació – SICOM”, que preside Josep Cabayol, y la han rodado los realizadores Carles Collazo yi Carles Vera, de “How Àudiovisual i Multimèdia”.

Este miércoles se estrena el documental “La Salud, el negocio de la vida” que analiza las consecuencias que los recortes en los presupuestos aplicados por el Gobierno catalán están teniendo en la salud pública. El documental recoge, en sus cerca de dos horas de duración, tanto las reflexiones de personas directamente implicadas y afectadas por estos recortes como las manifestaciones y acciones de protesta que se han realizado contra sus efectos a lo largo del último año.

“La Salud, el negocio de la vida” recoge testimonios como el de Carme Cuchilleros, enferma de Parkinson y cáncer, que ha renunciado a comprar medicamentos: “Me niego porque hay mucha gente que está como yo o peor que yo. No puedo aceptar que yo haya estado trabajando toda la vida para acabar así. Lucharé y continuaré luchando aunque ponga en peligro mi salud”.