“No somos nosotros que lo pedimos, es que nuestro hijo nos lo pedía”, así explica David Tello por qué solicitó que en la tarjeta sanitaria de su hijo de ocho años transexual conste el nombre sentido: Dani. David Tello es el presidente de la delegación en Catalunya de la entidad Chrysalis, creada por padres y madres de menores transexuales y en funcionamiento ya en el ámbito estatal desde el 2013. En Catalunya la delegación se creó hace cerca de un mes y las catorce familias que forman parte de ésta ya empiezan a ver algunas de las metas conseguidas.
Esta semana familias de la entidad han podido recoger la tarjeta sanitaria de sus hijos, esta vez ya con el nombre sentido. El trámite, desde el punto de vista administrativo puede no tener relevancia pero sí la tiene para los nueve niños y adolescentes que han recibido la nueva tarjeta. “Imagínate cuando vas a urgencias o al pediatra con el hijo y lo llaman por un nombre que no se le siente suyo, la cara que hace”, explica David a este medio.
Hace casi un mes, justo cuando se acababa de crear la entidad, el Departament de Salut ya reconoció en una primera ocasión la transexualidad de una niña de diez años en su tarjeta sanitaria, cambiando el nombre. Enseguida, sin embargo, se vio que la demanda era más amplia y algunas familias más lo solicitaron. De momento hasta un total de diez menores y adolescentes transexuales disponen de la tarjeta con el nombre sentido.
La petición la recogió el Área para la Igualdad de trato y no discriminación de personas LGTBI del Departamento de Benestar Social i Família de la Generalitat, quien ha instado al Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) a hacer el trámite administrativo. David se muestra contento con la actuación por parte de Benestar Social i Família y reconoce que es un primer paso de reconocimiento de los menores transexuales en el ámbito de la sanidad pero advierte que todavía hay trabajo pendiente. “Queremos que se implemente un protocolo de actuación para que por ejemplo el pediatra sepa donde derivarte, que los niños no tengan que pasar por un psicólogo obligatoriamente o que la transexualidad no sea considerada una patología”, recuerda.
Si bien en octubre de 2014 el Parlament de Catalunya aprobó una ley para garantizar los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales y para erradicar la homofobia, la bifobia y la transfobia, ésta se aprobó sin presupuesto y ha permanecido parado hasta ahora, comenta David.
Otros ámbitos en los que la delegación en Catalunya de Chrysalis tiene previsto trabajar son en el educativo, donde esperan que se introduzca un protocolo y que se enseñe la diversidad, o el legal, para que se les facilite el nombre de cambio a los menores en el registro. En cuanto al cambio de nombre en la tarjeta sanitaria Benestar indica que cualquier persona que quiera disponer de una nueva identificación de acuerdo con el género sentido se puede poner en contacto con el Área para la Igualdad de trato y no discriminación de personas LGTB para llevar a cabo las gestiones correspondientes.
“Como padres lo único que hacemos es acompañar a nuestros hijos, escuchar, observar y prestar atención”, asegura David, que insiste en que no son los niños los que nacen en un cuerpo equivocado sino que forma parte de la diversidad. “'Papá, mamá, soy un niño', nos dijo un día nuestro hijo. Te dicen frases de una madurez espectacular a pesar de ser muy pequeños”, recuerda.
“No somos nosotros que lo pedimos, es que nuestro hijo nos lo pedía”, así explica David Tello por qué solicitó que en la tarjeta sanitaria de su hijo de ocho años transexual conste el nombre sentido: Dani. David Tello es el presidente de la delegación en Catalunya de la entidad Chrysalis, creada por padres y madres de menores transexuales y en funcionamiento ya en el ámbito estatal desde el 2013. En Catalunya la delegación se creó hace cerca de un mes y las catorce familias que forman parte de ésta ya empiezan a ver algunas de las metas conseguidas.
Esta semana familias de la entidad han podido recoger la tarjeta sanitaria de sus hijos, esta vez ya con el nombre sentido. El trámite, desde el punto de vista administrativo puede no tener relevancia pero sí la tiene para los nueve niños y adolescentes que han recibido la nueva tarjeta. “Imagínate cuando vas a urgencias o al pediatra con el hijo y lo llaman por un nombre que no se le siente suyo, la cara que hace”, explica David a este medio.