El índice de desempleo o el nivel de estudios de los ciudadanos en áreas territoriales son indicadores, entre otros, que determinarán cuáles son los recursos sanitarios que necesita la población de cada una de las 375 áreas de salud -unidades territoriales en las que se organiza la atención primaria- del mapa sanitario catalán. Esta es la idea que hay detrás del estudio que la consejería de Salud ha encargado ahora al AQuAS, un estudio que recogerá información a partir de diferentes indicadores socioeconómicos y que debe servir para hacer un mapa de cuáles son las necesidades en términos de recursos sanitarios de la población.
El objetivo, según ha explicado este jueves el conseller de Salud Toni Comín, es hacer una reordenación de los recursos a las áreas básicas de salud en función de las necesidades detectadas. “Las necesidades de la población son diferentes en función de su situación social y económica”, ha asegurado Comín durante una visita al CAP La Mina, que está en fase de construcción y que está previsto que se inaugure en 2017.
Hasta ahora para asignar la población en las áreas básicas de salud se tenían en cuenta indicadores como la población, el envejecimiento, la dispersión y la renta media de aquella zona. “Ahora queremos profundizar en ello, queremos poner el factor desigualdad en nuestras políticas”, ha dicho el conseller. Según él hasta ahora la distribución de recursos no se ha hecho con indicadores “suficientemente exactos” ni suficiente “a fondo” y por ello se tendrán en cuenta indicadores de desigualdad. Entre estos determinantes estará el nivel de paro de la población, el nivel de estudios de los usuarios o el número de jóvenes que no han terminado la enseñanza obligatoria. Quien ya ha hecho informes en la línea que ahora quiere seguir Salud es la Agencia de Salud Pública de Barcelona, que por ejemplo incorporó el InfoABS, que contiene indicadores sociodemográficos, de mortalidad y de morbilidad para las 66 Áreas Básicas de Salud, los 10 sectores sanitarios y toda la ciudad de Barcelona.
El informe en el que ha empezado a trabajar ya la AQuAS estará listo antes del verano, según el calendario previsto por Salud. El encargado de traducir las necesidades detectadas en una ordenación o reordenación de los recursos de atención primaria, -tanto en términos de personal como de equipamiento- será el Servicio Catalán de la Salud. “Intentaremos combinar dos tipos de soluciones: el incremento de recursos y la redistribución de recursos existentes, pero son decisiones que no tomaremos hasta que tengamos toda la información sobre la mesa”, ha explicado Comín, que ha sido prudente y no ha querido apuntar posibles medidas concretas.
Con todo ha puesto como ejemplo el CAP de la Mina, que tiene una población asignada de cerca de 16.000 personas cuando la asignación media en un CAP estándar es de 30.000. “Se trata de que los médicos tengan menos población para atender cuando esta población tiene una carga de necesidades más alta”, ha apuntado.
Según datos de la memoria del CatSalut de 2014 Catalunya registró más de 45 millones de visitas a Centros de Atención Primaria -más de la mitad en la Región Sanitaria de Barcelona- y la media es de 8 visitas por habitante. Con todo el 36,8% de las visitas lo generaron mayores de 64 años.
El índice de desempleo o el nivel de estudios de los ciudadanos en áreas territoriales son indicadores, entre otros, que determinarán cuáles son los recursos sanitarios que necesita la población de cada una de las 375 áreas de salud -unidades territoriales en las que se organiza la atención primaria- del mapa sanitario catalán. Esta es la idea que hay detrás del estudio que la consejería de Salud ha encargado ahora al AQuAS, un estudio que recogerá información a partir de diferentes indicadores socioeconómicos y que debe servir para hacer un mapa de cuáles son las necesidades en términos de recursos sanitarios de la población.
El objetivo, según ha explicado este jueves el conseller de Salud Toni Comín, es hacer una reordenación de los recursos a las áreas básicas de salud en función de las necesidades detectadas. “Las necesidades de la población son diferentes en función de su situación social y económica”, ha asegurado Comín durante una visita al CAP La Mina, que está en fase de construcción y que está previsto que se inaugure en 2017.