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La inquietud y el malestar que comenzó a haber en las Tierras del Ebro en otoño, a raíz de la implantación del nuevo modelo de transporte sanitario catalán en la región, se ha trasladado este viernes en forma de más de 17.000 firmas al Síndic de Greuges.
Artur Jiménez, técnico en emergencias sanitarias, ha venido este viernes desde el Ebro hasta Barcelona junto con otros miembros de la plataforma Salvemem les Ambulàncies de les Terres de l'Ebre. “Hemos venido a pedir que nos devuelvan las ambulancias que se recortaron tanto en 2012 como al entrar el nuevo concurso de transporte sanitario en 2015”, ha explicado después de que la plataforma haya entregado las firmas.
“Debido a los recortes de ambulancias que ha habido el problema que nos encontramos es que las ambulancias tardan mucho en llegar a los accidentes. Tenemos poblaciones donde la ambulancia tarda más de 20 minutos en llegar, es por ello que reclamamos que en las emergencias -donde los minutos cuentan- no tarden más de diez minutos en llegar”. Según explica Jiménez, por ejemplo, en el caso de una parada cardiorrespiratoria, a partir del quinto minuto las posibilidades de supervivencia empiezan a decaer y a partir del minuto diez prácticamente ya no sirve nada. Es por ello que piden que toda la población tenga una ambulancia a unos diez minutos. “Entendemos que por las características de nuestro territorio eso es muy difícil pero tiene el mismo derecho a un servicio rápido un habitante de Benifallet que una persona que vive en una gran población como Barcelona”, asegura.
El pasado 17 de noviembre, y dentro del despliegue gradual del concurso de Transporte Sanitario Integral (TSI) en todo el territorio catalán, se pusieron en marcha las nuevas unidades en las Tierras del Ebro. Según información del Departamento de Salud comenzaron a dar servicio 25 nuevas unidades: 21 de Soporte Vital Básico (SVB) integradas por dos Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), 3 de Soporte Vital Avanzado (SVA) integradas por un TES, un enfermero y/o un médico, y 1 Vehículo de Intervención Rápida (VIR) integrado por un médico y un TES, que dan servicio a más de 200.000 ciudadanos.
Desde el último concurso para la contratación del transporte sanitario, es el Sistema de Emergencias Médicas quien se encarga de centralizar la gestión de todo el transporte sanitario público de Catalunya, tanto el urgente como el no urgente. En el caso de las Tierras del Ebro la empresa adjudicataria del servicio, y por tanto, la que opera ahora en la región, es la UTE Egara Lafuente.
A medida que el modelo se ha ido implantando por el territorio catalán ha despertado diversas quejas e inquietudes entre trabajadores del SEM y también usuarios. El pasado 2 de marzo el modelo de transporte sanitario fue objeto de debate en el Parlamento. “Sabe que ahora hay colas de ambulancias en las puertas de las urgencias de los hospitales? La semana pasada por ejemplo en Tortosa 7 ambulancias con paciente dentro esperando hasta tres horas ante el Hospital Verge de la Cinta”, planteó la diputada de Catalunya Sí que es Pot Marta Ribas al conseller de Salud. Comín, que se ha mostrado prudente hasta ahora con las quejas en todo el territorio por la implantación del nuevo modelo le respondió que primero había que ver si los problemas “son de implantación o de modelo”.
Hace un par de meses, después de que se acabara el despliegue gradual del nuevo modelo, UGT denunciaba que el modelo de Transporte Sanitario Integral de Catalunya provoca “incongruencias, despidos y peor servicio a los usuarios”. Entre las incongruencias que denunció el sindicato a este diario está la formación a los trabajadores sobre los nuevos vehículos -en algunas regiones se han hecho once horas de formación mientras que en otras una sesión informativa de 30 minutos-. También reivindican una reducción de las demoras y una mayor eficiencia en el transporte no urgente.
Por otra parte, el modelo actual incluye, como novedad, la incorporación de nuevos Vehículos de Intervención Rápida (VIR), pensados para priorizar la asistencia de los pacientes in situ sobre el traslado de los mismos, ya que al ser un turismo ágil no tiene capacidad para un traslado. Según trabajadores otra incongruencia es que en algunos casos los Vehículos de Intervención Rápida (VIR), introducidos según el SEM para “priorizar la asistencia cualificada sobre el traslado de pacientes”, está llegando más tarde que otros vehículos.
El malestar, sin embargo, no se ha originado únicamente a las Tierras del Ebro. Hace unos meses este diario recogía la preocupación en la misma línea de los trabajadores del SEM en el Baix Empordà, que denunciaban que el nuevo modelo suponía perder calidad asistencial.
La inquietud y el malestar que comenzó a haber en las Tierras del Ebro en otoño, a raíz de la implantación del nuevo modelo de transporte sanitario catalán en la región, se ha trasladado este viernes en forma de más de 17.000 firmas al Síndic de Greuges.
Artur Jiménez, técnico en emergencias sanitarias, ha venido este viernes desde el Ebro hasta Barcelona junto con otros miembros de la plataforma Salvemem les Ambulàncies de les Terres de l'Ebre. “Hemos venido a pedir que nos devuelvan las ambulancias que se recortaron tanto en 2012 como al entrar el nuevo concurso de transporte sanitario en 2015”, ha explicado después de que la plataforma haya entregado las firmas.