“Hay cosas que aunque sean de primera necesidad no puedes pagar. Ni un empaste tan si quiera, porque apenas llegas a final de mes”, relata Isabel Sánchez a Catalunya Plural. Isabel tiene 56 años y es una de las beneficiarias de programas de Cruz Roja Catalunya desde hace un par de años. En 2007 tuvo un infarto y aunque después de una larga recuperación se reincorporó al mercado laboral tiempo después tuvo que dejarlo porque su salud se deterioraba. Ahora recibe un ayuda del Servei d’Ocupació de Catalunya de 480 euros al mes, un dinero que no le permite pagar algunos servicios básicos que, aunque atañen a la salud, no se encuentran dentro de la cartera de servicios básicos de la sanidad pública. Es el caso, por ejemplo, de la atención odontológica.
Según el Observatori de Vulnerabilitat de Cruz Roja el 81,4% de las personas atendidas por la entidad tienen problemas de salud bucodental, y en cambio no pueden pagarse los servicios odontológicos requeridos. “El derecho a la salud está contemplado en el artículo 25 de la declaración universal de Derechos humanos, pero con la situación actual no queda del todo garantizado”, expresa Josep Quitet, vicepresident de Cruz Roja Catalunya.
Con el objetivo de hacer frente a esta demanda el Col·legi Oficial d’Odontòlegs i Estomatòlegs de Catalunya (COEC), junto con la Cruz Roja i la empresa Henry Shein han constituido la primera clínica odontológica solidaria a través de la cual se atenderá a los pacientes derivados de Cruz Roja. En total, se prevé dar cobertura a alrededor de 1.000 personas por año, aunque ahora en un inicio solo se atenderá a pacientes un día por semana a la espera de más voluntarios y de ver cómo funciona el servicio.
El objetivo es dar cobertura odontológica a aquellas personas que la necesitan pero que no pueden pagarlo. “Daremos atención gratuita bucodental a pacientes que no tienen acceso a tratamientos bucodentales”, expresó Antoni Gómez, presidente de COEC en la presentación de esta nueva iniciativa.
La clínica solidaria estará situada en la sede del colegio de odontólogos y constará de ocho sillas para atender a pacientes, todas con su instrumentalización necesaria, y dos quirófanos. Los profesionales que trabajarán allí serán colegiados que lo harán de forma voluntaria. De momento, como han informado desde el COEC ya hay 32 voluntarios inscritos.
El presidente del colegio aprovechó para criticar los precios desorbitados que ponen algunas clínicas dentales, aprovechándose de que se trata de un servicio mayormente privado. “Se mercantiliza la pobreza. Se estafa a la gente pobre”, dijo. “La administración debería ser la responsable de dar esta cobertura en la cartera de servicios”, reivindicó también.
“No hay derecho, no puede ser que esto no entre por la seguridad social a pesar de todo lo que cotizamos”, se queja por su parte Isabel haciendo referencia a los servicios odontológicos. Isabel, que ahora se presenta a oposiciones para un puesto de trabajo como auxiliar de enfermería porque tiene ganas de volver a trabajar en la medida de lo que pueda, celebra mucho esta iniciativa.
“Necesitaría ir al dentista, pero ahora mismo no puedo. Aunque fuera para una revisión, hace mucho que no voy”, expresa. Es por esto que ahora es una de las candidatas a visitar la clínica solidaria.
Otros servicios sanitarios no garantizados
Según el Observatori de Vulnerabilitat de Cruz Roja sobre el efecto de la crisis sobre la salud, un 70% de los encuestados opina que su situación socioeconómica afecta a su salud. De estos, un 38% considera que esta situación le provoca problemas físicos. Después de la alimentación, la segunda demanda que hacen los usuarios de esta entidad en Catalunya es la de poder recibir una atención odontológica.
Igual que los servicios odontológicos no están cubiertos por el servicio público la parte del coste de la medicación que va a cargo del paciente, también es un impedimiento para muchas personas.
Así, un 17% de los que sufren una enfermedad crónica, según el Observatori de Cruz Roja, no pueden pagarse el tratamiento necesario. Y eso que de los encuestados por este Observatori, un 45% dijo sufrir algún tipo de enfermedad crónica o vivir con alguien que la sufre. Es el caso de Isabel, que desde que tuvo el infarto tiene una cardiopatía crónica y no puede pagarse el tratamiento necesario.
Esta fue la razón por la que Isabel se acercó por primera vez a Cruz Roja Catalunya. “Me mandó la asistenta social, me costó mucho, pero me ayudan a pagar la medicación, con 480 euros al mes no llego”, explica ella a este diario.
Más allá de los que tienen un problema crónico pero, según el Observatori de Vulnerabilitat, un 64% del total de las personas encuetadas tiene dificultades o no puede pagar los medicamentes que le prescribe el médico.
A parte de los medicamentes i la atención odontológica la atención oftalmológica tampoco está garantizada por el servicio público en la mayoría de los casos.
Es por ello que hace un año el Col·legi Oficial d’Òptics Optometristes (COOOC) y la Fundació Privada de la Visión firmaron un convenio con Cruz Roja para ofrecer tratamientos ópticos a personas con situación vulnerable. Un año después de la firma de este proyecto se ha dado cobertura a 247 personas derivadas todas de Cruz Roja. El objetivo ahora, según la entidad, es poder seguir ofreciendo el servicio e incrementar el nombre de beneficiarios a lo largo de 2016. Este tipo de tratamientos, aunque también tienen que ver con la salud, tampoco están cubiertos por la cartera de servicios públicos, y por tanto, las personas vulnerables quedan excluidas de esta cobertura.
“Hay cosas que aunque sean de primera necesidad no puedes pagar. Ni un empaste tan si quiera, porque apenas llegas a final de mes”, relata Isabel Sánchez a Catalunya Plural. Isabel tiene 56 años y es una de las beneficiarias de programas de Cruz Roja Catalunya desde hace un par de años. En 2007 tuvo un infarto y aunque después de una larga recuperación se reincorporó al mercado laboral tiempo después tuvo que dejarlo porque su salud se deterioraba. Ahora recibe un ayuda del Servei d’Ocupació de Catalunya de 480 euros al mes, un dinero que no le permite pagar algunos servicios básicos que, aunque atañen a la salud, no se encuentran dentro de la cartera de servicios básicos de la sanidad pública. Es el caso, por ejemplo, de la atención odontológica.
Según el Observatori de Vulnerabilitat de Cruz Roja el 81,4% de las personas atendidas por la entidad tienen problemas de salud bucodental, y en cambio no pueden pagarse los servicios odontológicos requeridos. “El derecho a la salud está contemplado en el artículo 25 de la declaración universal de Derechos humanos, pero con la situación actual no queda del todo garantizado”, expresa Josep Quitet, vicepresident de Cruz Roja Catalunya.