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El caso de Alfonso Toledano, despedido por presunta homofobia, llegará a los tribunales

La denuncia por el despido de Alfonso Toledano por presunta homofobia llegará a los tribunales. Un contacto informal entre el sindicato CCOO y miembros de la dirección de la sociedad Zurich Services para intentar llegar a un pacto que permitiera evitar la intervención de la autoridad laboral en el conflicto ha terminado sin acuerdo, según ha podido saber catalunyaplural.cat de fuentes bien informadas.

Toledano fue despedido de la empresa vinculada la multinacional de seguros Zurich después de haber trabajado satisfactoriamente durante más de dos años. La decisión de la empresa se produjo, según explicó el afectado, después de que en un acto social el trabajador se presentara con su pareja, un hombre. A partir de ese momento las cosas para Toledano se torcieron, según su relato, corroborado por fuentes sindicales. El buen trato recibido hasta ese momento se convirtió en críticas constantes por parte de su superior directo. La situación llegó hasta el punto que le obligaron a escribir cada una de las actividades que hacía en el trabajo en una hoja de cálculo que debía entregar diariamente. Al final la tensión estalló y el trabajador cogió la baja por depresión y finalmente le comunicaron el despido.

La versión de la empresa, sin embargo, no reconoce persecución alguna por motivos de su opción sexual. Zurich afirma que simplemente no se le renovó el contrato al trabajador al finalizar la obra y servicio para los que había sido contratado en su día.

El hecho es que la rama de seguros de CCOO apoyó al trabajador, al igual que lo han hecho el Observatorio contra la homofobia y el Frente de Liberación Gay de Cataluña (FAGC). De se que se conoció el caso se inició también una recogida de firmas que ya supera las 27.000 adhesiones a la petición que la empresa rectifique.

De forma discreta, a través de uno de sus máximos dirigentes, CCOO intentó llegar a un acuerdo con la empresa. El entendimiento debía materializarse en una reunión, pero finalmente no fue posible porque la aseguradora se reafirmó en su relato: niegan las discriminaciones y afirman que Toledano no fue despedido por su orientación sexual sino por haber terminado la tarea para la cual había sido contratado.

En el sindicato tienen claro que diga lo que diga la reforma laboral los despidos que puedan vulnerar los derechos fundamentales consagrados en la constitución han sido declarados repetidamente como nulos y, por tanto, dan derecho a la reincorporación del afectado y, en su caso, a cobrar todos los salarios que éste no hubiera percibido debido a la decisión empresarial.

Campaña de apoyo

Los próximos pasos del caso serán, según el observatorio contra la homofobia, un proceso de conciliación convocada por la Generalitat. Si entonces no se producen acercamientos, el asunto entrará de lleno en el ámbito judicial.

El observatorio contra la homofobia considera que la denuncia que afecta Toledano no es inusual, lo que pasa es que pocas veces se llega hasta el final por parte de las personas que son víctimas. En este sentido este sería un ejemplo que haría más necesaria que nunca una ley contra la homofobia y la discriminación que fuerzas políticas de la izquierda catalana han llevado al Parlamento.

La denuncia por el despido de Alfonso Toledano por presunta homofobia llegará a los tribunales. Un contacto informal entre el sindicato CCOO y miembros de la dirección de la sociedad Zurich Services para intentar llegar a un pacto que permitiera evitar la intervención de la autoridad laboral en el conflicto ha terminado sin acuerdo, según ha podido saber catalunyaplural.cat de fuentes bien informadas.

Toledano fue despedido de la empresa vinculada la multinacional de seguros Zurich después de haber trabajado satisfactoriamente durante más de dos años. La decisión de la empresa se produjo, según explicó el afectado, después de que en un acto social el trabajador se presentara con su pareja, un hombre. A partir de ese momento las cosas para Toledano se torcieron, según su relato, corroborado por fuentes sindicales. El buen trato recibido hasta ese momento se convirtió en críticas constantes por parte de su superior directo. La situación llegó hasta el punto que le obligaron a escribir cada una de las actividades que hacía en el trabajo en una hoja de cálculo que debía entregar diariamente. Al final la tensión estalló y el trabajador cogió la baja por depresión y finalmente le comunicaron el despido.