La sociedad Panrico, fabricante de productos tan populares como los Donuts, ha dado un paso adelante en su precaria situación económica: ha pedido un preconcurso de acreedores, justifico con la necesidad de proteger a la empresa frente a sus acreedores. En un comunicado, el fabricante de bollería industrial indica que la medida trata de evitar que cualquiera de los proveedores a los que debe dinero pueda instar a un concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos.
Según manifiesta la empresa, la medida no cierra ninguna posibilidad de negociación, ni con los proveedores ni con los trabajadores, a quienes se debe la última mensualidad, hecho que puede acabar en una huelga indefinida de la plantilla.
Panrico anunció hace unas semanas la necesidad de reducir en 1.914 personas la plantilla de la compañía y rebajar los sueldos entre el 35 y 45%. En respuesta al impago y al plan presentado por la compañía, los trabajadores de todas las plantas de Panrico han aprobado hacer huelga indefinida si antes del 7 de octubre no hay un acuerdo con contenidos diferentes de los planteados por la dirección.
La situación laboral de la compañía y su modelo de estructura de costes es el mayor escollo que debe solucionar para ser competitiva en un mercado que desde hace cinco años ha cambiado y en que las marcas blancas dominan, según indicaron fuentes del sector.
El Grupo Panrico, con sede en Esplugues de Llobregat y fábrica en Santa Perpètua de la Mogoda, tiene también fábricas en España -entre ellas Valladolid y Murcia- y Portugal, y desde hace más de 50 años comercializa pan y bollería con marcas como Pan Panrico, Donuts, Bollycao, Donettes, La Bella Easo y Qé!.
La sociedad Panrico, fabricante de productos tan populares como los Donuts, ha dado un paso adelante en su precaria situación económica: ha pedido un preconcurso de acreedores, justifico con la necesidad de proteger a la empresa frente a sus acreedores. En un comunicado, el fabricante de bollería industrial indica que la medida trata de evitar que cualquiera de los proveedores a los que debe dinero pueda instar a un concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos.
Según manifiesta la empresa, la medida no cierra ninguna posibilidad de negociación, ni con los proveedores ni con los trabajadores, a quienes se debe la última mensualidad, hecho que puede acabar en una huelga indefinida de la plantilla.