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La plantilla de Petrus pacta 68 despidos fruto de la deslocalización de la fábrica

La plantilla de la multinacional Esselte, que fabrica en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona) grapadoras con la marca Petrus, ha aceptado el despido colectivo, según una nota del Col·lectiu Ronda, el despacho de abogados que les ha asesorado en el proceso negociador.

La decisión se ha producido después de que los trabajadores hayan realizado mayoritariamente una huelga indefinida desde que se conoció la intención de la empresa de llevarse la producción de la planta catalana hacia otras factorías situadas en Polonia y China. Aunque la movilización no ha conseguido evitar la deslocalización de la fábrica, sí ha reducido el impacto que inicialmente tenía la medida.

En total las bajas son 68, correspondientes a las personas del área de producción, porque la empresa mantendrá en Santa Perpètua la distribución del material de oficina y grapadoras para el conjunto del Estado español. Esto quiere decir que hay un grupo de trabajadores del área de almacén que mantienen el trabajo.

Si cuando planteó el cierre Esselte quería indemnizar a los trabajadores con sólo 20 días por año, con un tope de 12 mensualidades, el máximo fijado tras la reforma laboral aprobada por el PP y CiU, después de la negociación y la movilización abonará el máximo legalmente previsto: 45 días por año trabajado hasta febrero de 2012, y 33 días desde esa fecha hasta la actualidad, excepto para los trabajadores prejubilables que también superen el límite de 12 mensualidades.

Mención aparte merece el apartado de las percepciones por desempleo. La empresa se compromete a compensar a los trabajadores por el tiempo de prestación de paro que consumieron como resultado de los sucesivos expedientes de suspensión o regulación de jornada (ERTE) que han sufrido desde el año 2009. Cabe recordar, que el Gobierno central todavía no ha dictado ninguna norma que dé continuidad a la vigente hasta 2014, en virtud de la cual el trabajador recuperaba su prestación de paro hasta un máximo de 180 días si finalmente afectado el contrato extinguía antes del 31 / 12/2014 y por lo tanto podría ser que el Servicio de Empleo Estatal (SEPE) no reponga ninguna de las prestaciones consumidas. En el caso de la plantilla de Esselte, este período de paro consumido es bastante importante, ya que, de media, los trabajadores afectados han consumido más del 180 días de la prestación, con importes situados alrededor de los 6000 euros por cabeza.

El acuerdo alcanzado prevé que, agotado el período de percepción de la prestación de desempleo sin que el trabajador haya encontrado un nuevo trabajo, la empresa abonará la cantidad correspondiente al importe de la prestación que se ha dejado de percibir. Una medida que, dadas las oscuras perspectivas que ofrece el actual escenario laboral, especialmente para los trabajadores de mayor edad, resulta muy importante, según Ronda.

Los términos acordados para la plantilla de producción, también serán de aplicación durante los tres primeros años para los trabajadores de distribución, que no están afectados por el cierre. Estos trabajadores han secundado la huelga del conjunto de la plantilla. Así pues, en caso de que haya extinciones de contratos para este colectivo les serán aplicadas las mismas condiciones que las pactadas con los trabajadores de producción.

La plantilla de la multinacional Esselte, que fabrica en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona) grapadoras con la marca Petrus, ha aceptado el despido colectivo, según una nota del Col·lectiu Ronda, el despacho de abogados que les ha asesorado en el proceso negociador.

La decisión se ha producido después de que los trabajadores hayan realizado mayoritariamente una huelga indefinida desde que se conoció la intención de la empresa de llevarse la producción de la planta catalana hacia otras factorías situadas en Polonia y China. Aunque la movilización no ha conseguido evitar la deslocalización de la fábrica, sí ha reducido el impacto que inicialmente tenía la medida.