El conflicto laboral que afecta a la empresa A.J. Ruz, de Sils (Girona) parece más de finales del siglo XIX que del siglo XXI. Lo dice Pau Gálvez, secretario general del Sindicato Intercomarcal de Servicios Privados de CCOO de las Comarcas de Girona. La empresa, que se dedica a la recogida selectiva de basura y en la gestión de diversos servicios de limpieza en las comarcas gerundenses, tiene su personal en huelga indefinida desde el 17 de octubre.
Según explica Gálvez, el problema se produjo hace unos meses cuando los trabajadores decidieron presentar una candidatura a delegado sindical y se pusieron en contacto con CCOO. “Justo 48 horas antes de abrirse el periodo de presentación de listas la compañía despidió al compañero que se presentaba”. La reacción de los trabajadores fue rápida, convocaron huelga indefinida. Los motivos son la readmisión del despedido, conseguir el respeto de la dirección a los trabajadores e iniciar la negociación de un convenio de empresa.
La mediación oficial no obtuvo ningún resultado y la huelga comenzó. Afecta a la mayoría de los 30 trabajadores de la sociedad. Sólo unos pocos quedan al margen, en unos casos porque son parientes de la propietaria y en otros porque tienen problemáticas que suscitan la comprensión de sus compañeros.
Pau Gálvez explica que las condiciones laborales de los trabajadores de A. J. Ruz son extremadamente duras. “Hacen jornadas de 10 a 14 horas, lo que a la semana supone sumar de media hasta 68 horas de trabajo”. Los salarios no son tan generosos: un peón, según CCOO, cobra de salario base 712 euros al mes y un conductor puede llegar a los 850, lo que hace que con pluses apenas se llegue a los 1.000 euros en los casos mejores.
El caso es que con los servicios mínimos fijados por la Generalitat, los trabajadores teóricamente en huelga tienen que hacer unas 40 horas a la semana para asumir el trabajo que suponen dichos servicios esenciales, aseguran fuentes sindicales. Y sin embargo la huelga comienza a notarse en algunas poblaciones.
La situación desde el inicio del paro es bastante tensa porque los huelguistas han acampado frente a la sede de la empresa. Al mismo tiempo, familiares de la propietaria siguen a los equipos que hacen servicios esenciales para denunciarlos a la autoridad laboral si no cumplen.
De acuerdo con lo manifestado desde CCOO la empresa tiene muchas de las concesiones de ayuntamientos y entidades supramunicipales en comarcas gerundenses en la recogida selectiva y viaria (Begur, Regencós, Pals, Fontanilles, Gualta, Serra de Daró, Ullastret, Palau -sator, Torrent, Mont Ras, Vall-llobrega, La Bisbal, Corçà, La Pera, Rupià, Foixà, Parlavà, Ultramort, Verges, Colomers, Vilopriu, Garrigoles, Albons, La Tallada, Bellcaire, Ullà, Jafre, Riells i Viabrea , Sils, Vidreres), así como la gestión los centros de recogida de Salt, Cassà, Palamós y Celrà). El trabajo lo obtiene ganando concursos públicos gracias a sus propuestas económicas muy inferiores a las de otras empresas. “Y esta ventaja competitiva se logra no con más mecanización si no con la explotación laboral más cruda”, dice Pau. En el capítulo de actuaciones de otros tiempos los trabajadores cuentan que un conductor fue despedido después de haberse roto una pierna.
El campamento de los huelguistas es un lugar de reunión de otros compañeros suyos de empresas de limpieza que se solidarizan con su protesta. Al mismo tiempo, desde CCOO se hacen gestiones ante los ayuntamientos y entidades públicas que son las que contratan los servicios de la empresa en huelga para que hagan reflexionar a la propiedad, que hasta el momento no ha querido negociar ningún punto.
El conflicto laboral que afecta a la empresa A.J. Ruz, de Sils (Girona) parece más de finales del siglo XIX que del siglo XXI. Lo dice Pau Gálvez, secretario general del Sindicato Intercomarcal de Servicios Privados de CCOO de las Comarcas de Girona. La empresa, que se dedica a la recogida selectiva de basura y en la gestión de diversos servicios de limpieza en las comarcas gerundenses, tiene su personal en huelga indefinida desde el 17 de octubre.
Según explica Gálvez, el problema se produjo hace unos meses cuando los trabajadores decidieron presentar una candidatura a delegado sindical y se pusieron en contacto con CCOO. “Justo 48 horas antes de abrirse el periodo de presentación de listas la compañía despidió al compañero que se presentaba”. La reacción de los trabajadores fue rápida, convocaron huelga indefinida. Los motivos son la readmisión del despedido, conseguir el respeto de la dirección a los trabajadores e iniciar la negociación de un convenio de empresa.