La vieja tradición sindical de la ayuda mutua ha cristalizado en Cataluña. Un total de once organizaciones cívicas han decidido poner en común sus estructuras para mejorar el servicio a la comunidad y a los que más lo necesitan. Juntas pondrán en marcha un mecanismo de colaboración y participación con el que que ser más eficaces para combatir los efectos de la crisis y ayudar a los más necesitados.
La llamada Red de Acción Solidaria realizará proyectos conjuntos, elaborará informes y contará a partir de septiembre con una página web. Aspira también a incorporar otras entidades en el futuro y nace con la voluntad de no ser “una plataforma más”, informó en rueda de prensa el secretario general de CCOO, Joan Carles Gallego.
La iniciativa la forman los sindicatos CCOO y UGT, la Federación de Asociaciones de Padres de Cataluña (Fapac), la Fundación Catalana del Esplai, la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc), la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), la Fundación Trinijove, Asociación Catalana por la Paz (ACP), Ayuda Mutua y Emocional a las Personas Paradas, la Federación de Entidades Bolivianas en Cataluña (Fedebol) y la Asociación de Trabajadores Pakistaníes de Cataluña.
La primera actuación de la XAS (en catalán, Xarxa d'Acció Solidària) ha sido crear un catálogo con los servicios que ofrecen las entidades. Estos servicios están estructurados en diez tipos de actividades para dar respuesta a las necesidades concretas de cada familia, e incluyen educación de niños y adolescentes, servicios a familias, jóvenes, inserción laboral para parados, vivienda, género, inmigración, atención social, convenios colectivos y participación comunitaria.
Situación de emergencia
Poner en común todos los recursos de las entidades responde a la necesidad de actuar de manera conjunta ante la emergencia social que se vive en Cataluña, con 900.000 personas en paro, 267.000 hogares con todos los miembros sin trabajo y hasta 113.000 viviendas en las que no hay ningún ingreso. Ante esta situación la XAS actuará no sólo con carácter paliativo si no reivindicativo, cuenta Gallego.
El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, ha subrayado en la rueda de prensa la complementariedad de las diversas entidades y ha destacado que la intención es que cada una aporte “su grano de arena para que personas en situación de marginalidad tengan acceso a un catálogo de prestaciones ”y también para hacer más visibles las responsabilidades de los poderes públicos respecto a las personas atendidas“.
El vicepresidente de la Fundación Catalana del Esplai, Carles Barba, ha reivindicado el trabajo que de forma anónima hacen miles de personas a favor de la convivencia, en un momento de “crisis asimétrica que todo pagan los más débiles”, recordando que la red no nace de la nada, sino del trabajo conjunto que ya desarrollan desde el inicio de la crisis.
Evitar el colapso
El presidente de la Fapac, Alex Castillo, aseguró que sin la ayuda solidaria de empresas, ayuntamientos, escuelas y asociaciones “el sistema de comedores escolares habría entrado en colapso” este curso, por lo que ha anunciado que la plataforma dará visibilidad a los colectivos que están en contra de las políticas de austeridad compulsiva que, a pesar de tener fama de oponerse a todo, en realidad dan servicios donde muchas veces las administraciones públicas no llegan.
Con la misma contundencia se han manifestado el director de la Fundación Trinijove, Ignasi Paroda, el presidente de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (Confavc), Jordi Giró, quien ha reivindicado la capacidad de las entidades para trabajar por la cohesión social, y el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Lluís Rabell, quien ha subrayado la necesidad de actuar para conjurar el “riesgo de que nos exploten en las manos guerras de pobres contra pobres”.