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Cos y Pediatría del Pirineo, otra forma de ejercer la sanidad desde el cooperativismo

Tomeu Ferrer

Barcelona —

Las cooperativas en el mundo sanitario no son nuevas. Su gran precedente es el mutualismo inicial. Ahora, grupos de profesionales ensayan nuevas experiencias. También hay otras iniciativas como las que buscan conseguir la complementariedad entre los sistemas de salud público y privado, siempre con el servicio a las personas como divisa fundamental.

Cos cooperativa es una experiencia notable. Se define como cooperativa de salud. Jordi Vinadé es su portavoz. Explica que la entidad es fruto del encuentro de profesionales de diferentes áreas: psicólogos, especialistas en medicina homeopatía, medicina general, medicina tradicional china, osteopatía, fisioterapia obstétrica y especialistas en dietética y alimentación o reflexología, entre otros. “Todos coincidimos en nuestras ganas de trabajar integrando las diferentes disciplinas profesionales en un enfoque común”, afirma Vinadé.

“Nos dimos cuenta de que las especializaciones tienen aspectos coincidentes y que saber combinar los procesos terapéuticos diferentes enriquece los resultados de cara a los usuarios y también profesionalmente”, explica Vinadé.

La filosofía que informa la cooperativa Cos, tiene que ver con la idea de que para resolver un problema de salud, este se puede atacar desde varias perspectivas y no sólo a partir de los síntomas más evidentes. “Todo trastorno físico puede tener derivaciones psicológicas o de otro tipo que se pueden tratar en conjunto”, dice Vinadé.

Al mismo tiempo, por el lado de los profesionales, este enfoque también se veía estimulante, lo que llevó a que el colectivo optara por crear una cooperativa. También influyó una idea alternativa a la jerarquización clásica que se da en la medicina. Pero además, había otra idea nueva, el interés por conseguir la implicación de los usuarios en el servicio médico.

Efectivamente, la intención de Cos es integrar a los usuarios en el cuidado de su salud. “Sería una especie de adaptación a lo que se hace en las cooperativas agroecológicas donde los consumidores tienen un papel esencial” afirma el portavoz de Cos. Por lo tanto, además de los socios trabajadores la cooperativa ha creado la figura del socio colaborador, que también tiene voz y voto en el futuro de la entidad.

La cooperativa se creó en mayo de 2011. Se define como una herramienta en favor de la economía social y solidaria y al servicio de las personas. En este sentido forma parte del grupo cooperativo Ecos.

La tarea colectiva que se desarrolla en Cos no se limita para sus profesionales, en el tratamiento de los enfermos, por ejemplo, todos los profesionales participan, además de en su área de especialización en las decisiones del conjunto del proyecto. Igualmente, los socios colaboradores tienen capacidad de decisión y también contribuyen con su cuota con el mantenimiento de la sociedad. No en vano se define como una cooperativa sin ánimo de lucro y de iniciativa social. En esta línea la entidad se encuentra plenamente vinculada con la Federación de Cooperativas de Trabajo de Cataluña (FCTC) con quien colaboran y de quien aprovechan las líneas de asesoramiento y formación que proporciona.

Cos tiene 10 socios trabajadores, además de al menos 17 colaboradores que forman el primer círculo terapéutico. En todo caso en la cooperativa “no jugamos crear necesidades si no tienen sentido”, asegura Vinadé. En este sentido, los nuevos servicios sanitarios se contratan sólo a partir de los requerimientos suficientemente constatados. Por eso la cooperativa estudia ahora crear un área de odontología.

Vinadé insiste en que “lo que nos distingue es nuestra visión conjunta, interdisciplinaria, a la hora de buscar soluciones a los problemas de los usuarios. Esto nos diferencia de la visión ortodoxa de la sanidad. Quizá por eso tenemos muchos usuarios que son profesionales de la pública ”, opina.

La afluencia de socios colaboradores es lo que marca la viabilidad del proyecto. Si cuando se inició, en 2011 eran 15 usuarios registrados, ahora son 230 y el número va creciendo. Una característica diferencial de Cos es que la gente que se abona puede hacerlo como persona o como unidad familiar, de forma que si se hace como familia el precio es el mismo si hay uno o dos o tres usuarios.

La progresión mencionada hace que el nivel de actividad de la cooperativa no haya dejado de crecer. El primer año aumentó un 80%, que bajó al 60% en el segundo y en el tercer ejercicio volvió a subir hasta el 80%. Sin embargo, todavía no han llegado al punto de ganar dinero, aunque que se acercan.

Cos se creó en 2011 y en su plan de empresa se prevé que en tres años llegue a la rentabilidad. Esto puede ser realidad en los próximos meses, asegura el portavoz de la cooperativa. Para llegar a ello, inicialmente se recurrió a los fondos aportados por los socios. También han hecho uso del apoyo que proporciona el movimiento cooperativo, con el recurso al crédito de Coop57, con aval de la Sociedad de Garantías Recíprocas vasca, Oñarri, que les permitió acceder a otro préstamo de la Caja Laboral vasca, entre otros.

El centro de operaciones de Cos está situado en Barcelona, en la calle Mozart 2, en el barrio de Gràcia. Allí los usuarios son atendidos por el equipo. Pero, si hacen falta otros tratamientos tecnológicamente especializados la entidad tiene un acuerdo con la entidad Cruz Blanca.

Pediatría del Pirineo

Pediatría del Pirineo es otra cooperativa sanitaria. En este caso no nació de una inquietud terapéutica sino de la situación sanitaria que se sufre en las comarcas de montaña de Cataluña. En la Seu se daba un problema: la falta de profesionales para asumir la cobertura sanitaria en el ámbito público, el ambulatorio del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y las áreas básicas de Salud de la comarca y también la falta de personal especializado para cubrir los servicios del Sant Hospital de la Seu, una fundación privada sin ánimo de lucro vinculada a lo que había sido la Red de Hospitales de Utilización Pública (XHUP).

El problema fue detectado desde el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, que propuso a Jordi Fàbrega crear una entidad que cubriera el servicio de pediatría tanto público como del Sant Hospital en el Alt Urgell.

Fàbrega, que trabajaba en Can Ruti en Badalona, optó por el nuevo proyecto, especialmente atraído por volver a trabajar en su comarca. “La idea fue crear una entidad que permitiera la autogestión y que tuviera un funcionamiento a la vez justo y sostenible, cosa que fue muy atractiva”, asegura Fàbrega. Así, todos los profesionales serían socios. Además, en el proceso de creación de la nueva empresa, contaron con la ventaja de que al crear una cooperativa profesional se podía tener un socio institucional, en este caso Sant Joan de Déu, que ostenta el 25%, de la empresa .

“Nosotros tuvimos desde el inicio la idea de crear una cooperativa. Es una figura que permite la responsabilidad y que hace posible otro tipo de gestión, más democrática y participativa, donde cada trabajador tiene un voto y todo pasa al final por la asamblea, sin que ello afecte a la calidad ”, asegura Fàbrega. En este sentido, los miembros de la cooperativa se declaran “firmes defensores de la sanidad pública”.

La cooperativa está adherida a la Federació de Cooperatives de Treball de Cataluña, (FCTC) a la que la entidad se vinculó después de su creación. “Nos ha resultado muy útil para muchas cuestiones, desde la vertiente administrativa hasta muchas de las acciones que desarrolla. De hecho, han venido a la Seu a hacer actos en los que hemos participado”, dice Jordi Fàbrega.

Pediatría del Pirineo, que tiene ahora 6 profesionales, cinco socios y una persona contratada, absorbió de entrada las personas que antes hacían el servicio en la zona. Después algunos se fueron y fueron sustituidos por otros socios. Un miembro del equipo, a dedicación parcial, radicado en Sant Joan de Déu permite que el colectivo esté al día en cuanto a las últimas técnicas sanitarias y de se ocupe también de la formación interna.

La cooperativa ha servido para romper con un problema recurrente en las zonas de montaña de Cataluña: la gran rotación de profesionales. Muchos médicos estaban, por ejemplo, seis meses y cuando podían iban a otro destino. Ahora esto ha cambiado. Los profesionales tienen estabilidad en el territorio, lo que les hace conocer mejor los niños y niñas y a sus familias, y viceversa.

El resultado percibido, según los indicadores de salud de la zona, es muy positivo. También se han mejorado los índices de cobertura del servicio y la satisfacción y fidelización de las familias.

Pediatría del Pirineo da servicio actualmente en el CAP de la Seu d'Urgell, al Sant Hospital, el CAP de Oliana, en el Alt Urgell Sur e incluso hacen alguna guardia de pediatría en el Hospital de Puigcerdà.

La vinculación con Sant Joan de Déu ha hecho que, en los inicios de la cooperativa, que al cabo de unos meses coincidieron con el comienzo de la crisis, la entidad para pudiera driblar los embates de los primeros recortes: “nos hacer un poco de banco ”, asegura Fàbrega. De hecho, el gasto más importante de la cooperativa es el apartado de personal, porque operan en los locales del Institut Català de la Salud o de l'Hospital de la Seu.

El éxito de la cooperativa ha hecho que ahora se planteen ampliar su servicio a la atención de la sanidad materno-infantil en la comarca pirenaica.

Las cooperativas en el mundo sanitario no son nuevas. Su gran precedente es el mutualismo inicial. Ahora, grupos de profesionales ensayan nuevas experiencias. También hay otras iniciativas como las que buscan conseguir la complementariedad entre los sistemas de salud público y privado, siempre con el servicio a las personas como divisa fundamental.

Cos cooperativa es una experiencia notable. Se define como cooperativa de salud. Jordi Vinadé es su portavoz. Explica que la entidad es fruto del encuentro de profesionales de diferentes áreas: psicólogos, especialistas en medicina homeopatía, medicina general, medicina tradicional china, osteopatía, fisioterapia obstétrica y especialistas en dietética y alimentación o reflexología, entre otros. “Todos coincidimos en nuestras ganas de trabajar integrando las diferentes disciplinas profesionales en un enfoque común”, afirma Vinadé.