El líder de ERC, Pere Aragonès, ha asegurado este sábado que tratará de iniciar la legislatura con un Govern en solitario que evite las elecciones y ponga en marcha la Generalitat. Para ello, el líder republicano ha pedido a Junts que le invista sin acuerdo, ante la “imposibilidad de llegar a consensos tras 83 días”. “La opción para evitar una repetición electoral es un Govern de ERC”, ha indicado Aragonès, que ha considerado que con este paso adelante recoge la propuesta que hizo Junts al inicio de la legislatura y que repitió este viernes Jordi Sànchez.
“Hoy se cumplen 83 días de negociaciones que han servido para llegar a grandes consensos pero que también han evidenciado las grandes dificultades de alcanzar acuerdos para gobernar conjuntamente con Junts. El país está sufriendo y por eso no podemos demorar más la formación de un Govern”, ha asegurado Aragonès. “Hemos constatado que no hay predisposición para superar las cuestiones que desde el primer día encallan la configuración del nuevo Govern”, ha insistido. Por esta razón, ha dicho, acepta iniciar la legislatura en solitario, pero comprometiéndose a que Junts se sume al Ejecutivo más adelante, si así lo desea. Esta, ha señalado, es una fórmula que “servirá para seguir negociando evitando la presión electoral”.
El jefe republicano ha asegurado además que pedirá a la presidenta del Parlament que inicie una nueva ronda de contactos para volver a postularse a la investidura. “No puede ser que lleguemos al día 26 de mayo [última fecha antes de la repetición electoral] sin una investidura”, ha continuado Aragonès, que ha indicado que volverá a contactar con todas las formaciones soberanistas para reclamarles su apoyo. Esta nueva sesión de investidura debe darse, ha dicho el republicano, “cuanto antes mejor”.
En la intervención de este sábado, el candidato de ERC a la presidencia ha sido más claro que nunca a la hora de describir los “escollos” de la negociación con Junts. Según ha sostenido, el partido de Carles Puigdemont considera que el Consell per la República debe “decidir las relaciones” entre el Govern catalán y el Gobierno central, o incluso los votos de los partidos independentistas en el Congreso, ha dicho el republicano en tono indignado. “El president de la Generalitat no puede aceptar tutelas”, ha dicho. “El Govern no son unos gerentes o unos administradores. La legitimidad nos la dan las urnas”, ha repetido.
“Esto no es una táctica negociadora, es una decisión”, ha zanjado Aragonès. “Sigamos hablando de las cuestiones que nos separan, pero formemos ya un Govern. A lo largo de la legislatura mantenemos las puertas abiertas”, ha continuado.
Poco después del anuncio de Aragonès, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ha respondido desde la prisión. Según ha expresado, su formación considera que el Govern de coalición entre las dos grandes fuerzas independentistas es el escenario óptimo y por el que seguirán trabajando. “Nosotros mantenemos la voluntad de acuerdo, creemos que es posible y no consideramos normal cerrar la posibilidad de este acuerdo para un Govern de unidad”, ha afirmado. Sànchez se ha mostrado sorprendido por la propuesta de ERC, pues en su opinión “las conversaciones hasta ahora habían ido razonablemente bien”, puesto que habían “cerrado una serie de acuerdos”, por lo que ha censurado que ERC “rompa las conversaciones para formar un Govern conjunto”.
El líder de JxCat ha regateado la petición de los republicanos sobre una investidura inminente y ha conminado a los de Aragonès a continuar negociando “hasta el final”. Con todo, Sànchez se ha comprometido a que, si ERC pide gobernar en solitario, él propondrá a las bases ceder cuatro votos para una investidura del líder republicano.
Aprovechando su intervención, Sànchez ha negado que Junts haya propuesto tutelas al president de la Generalitat desde el Consell per la República. “No es cierto”, ha afirmado. “Lo hemos dicho desde el primer día y lo hemos puesto por escrito, no consideramos que el president de la Generalitat deba tener tutelas. Lo que sí que consideramos es la necesidad de una dirección colegiada”, ha indicado.
El líder de ERC ha comparecido este sábado en una rueda de prensa que se convocó este viernes a última hora y de forma urgente, después de una jornada en la que Aragonès había cambiado su agenda para poderse reunir con Jordi Sànchez. Después de que el líder de Junts hubiera asegurado que el acuerdo estaba a punto de ser alcanzado los republicanos tenían interés en que los equipos negociadores se vieran para acabar de cerrarlo. Pero finalmente el encuentro no se produjo, según alegaron desde JxCat, por razones de agenda de su secretario general, que volvía a dormir a la prisión de Lledoners.
En las últimas jornadas, ERC y Junts se han enzarzado en una guerra de declaraciones cruzadas en las que se van intercambiando el papel de optimistas y pesimistas prácticamente por días. Si hace menos de dos semanas las dos formaciones abrían por primera vez de forma oficial la negociación sobre el diseño del Ejecutivo y el reparto de carpetas, dando así la imagen de que las conversaciones entraban en fase resolutiva, esta semana Junts ha vuelto a poner el foco sobre cuestiones como la llamada “unidad estratégica” en Madrid o el órgano de coordinación del conjunto del independentismo.
Estos siguen siendo los escollos en la búsqueda de un acuerdo para formar un Govern de coalición. Pero esta ya no es la única posibilidad sobre la mesa. Tanto ERC como Junts vienen hablando cada vez más abiertamente de la opción de un gobierno en solitario de los republicanos, para lo que se necesitaría que los de Sànchez apoyasen una investidura de Aragonès sin acuerdo. El de no repetir las elecciones bajo ningún concepto fue un compromiso adquirido por Junts al inicio de los encuentros, pero este viernes Sànchez deslizó una salvedad: incluso la opción de investir al jefe de Esquerra y pasar a la oposición debe ser avalada por las bases de Junts.