El consejero de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, ha asegurado este miércoles que no apartará del cuerpo de policía a los agentes implicados en la muerte del vecino del Raval Juan Andrés Benítez, al considerar que no se puede concluir que hubiera “extralimitación” o “mala praxis” en la actuación policial. Espadaler ha respondido de esta manera al informe de la Policía Nacional requerido por el juez que investiga el caso, en el que se afirma que Benítez recibió cinco puñetazos en el cráneo por parte de un agente: “No queda demostrado”, ha dicho. Esta sería la “línea roja”, según Espadaler, que les obligaría a abrir un expediente a los agentes implicados. No en vano la causa de la muerte de Benítez, según la autopsia, fue un fallo cardíaco provocado por múltiples contusiones “cráneo-faciales”.
En base a sus investigaciones internas, Espadaler considera que en los vídeos sólo queda probado que los agentes golpearon “la parte superior del cuerpo” de Juan Andrés, algo que no consideran un abuso, atendiendo al contexto de resistencia que ofrecía la víctima. Espadaler ha comparecido ante la prensa junto con Manel Prat, director general de los Mossos, y Josep Lluís Trapero, comisario jefe del cuerpo de policía, para valorar el caso y salir al paso del informe de la Policía Nacional.
“Sabemos que muchos ciudadanos no entenderán por qué no hemos apartado a los agentes tras el visionado de las imágenes, pero en un Estado de derecho hay presunción de inocencia, y no hay pruebas de que se haya traspasado una línea roja”, ha concluido Espadaler. Cabe añadir que tanto las investigaciones internas de los Mossos como las del CNP están elaboradas a partir del visionado de las mismas imágenes, las que están en manos del juez. Por eso Interior a retado a la Policía Nacional a demostrar sus afirmaciones sobre los golpes.
De las conclusiones de la Policía Nacional, Interior también ha cuestionado que la víctima estuviera inmovilizada cuando recibió los golpes. Trapero ha apuntado que en un instante de las imágenes se ve cómo Benítez agarra la camisa de un agente, algo incompatible, según él, con una inmovilización.
Por su parte, Manel Prat ha admitido que, veinte y cinco días después de los hechos -ocurridos en la calle de la Aurora del barrio del Raval-, y pese a la investigación abierta por Interior, todavía no se ha interrogado aún los agentes implicados. Según el director general de los Mossos, no se ha hecho para no interferir en la investigación judicial. “Se nos podría acusar de estar dirigiendo su defensa”, ha asegurado.
La muerte de Juan Andrés Benítez
Este vecino del Raval murió el 6 de octubre en el Hospital Clínic, adonde fue traslado inconsciente tras ser reducido por varios agentes de los Mossos d'Esquadra, que lo inmovilizaron en el suelo y pegaron una paliza con puñetazos y rodillazos, tal como revelan los vídeos grabados por testigos de lo sucedido. Según la autopsia, Benítez murió a causa de múltiples contusiones “cráneo-faciales”, que le provocaron una parada cardíaca. Cabe decir que la policía acudió a su encuentro porque poco antes Benítez se había peleado en la calle con otro vecino.
Las versión de los Mossos chocan hasta ahora. La policía mantiene que redujo a Benítez porque éste se mostraba agresivo y violento. Pero los testigos, algunos de los cuales ya han declarado ante el juez, sostienen que la víctima sólo se negó a entregar la documentación a la policía cuando se la pidieron, y que opuso resistencia cuando entonces los agentes trataron de inmovilizar-lo.
Hasta ahora, la reacción del Govern ha sido la de pedir cautela ante las declaraciones de los testigos, los vídeos y los informes del CNP, a la espera de concluir las investigaciones internas.
El hecho de que haya transcurrido casi un mes sin que las instituciones no hayan tomado ninguna decisión en firme respecto al caso de Benítez ha sublevado algunos vecinos del Raval, que ya hace tiempo que denuncian excesos policiales en su barrio. Ayer llevaron la protesta al consejo de barrio, para criticar el silencio de la concejala Mercè Homs (CiU).
Manel Prat ha admès que, vint-i-cinc dies després dels fets, tot i la investigació oberta per Interior, no s'han interrogat als agents implicats. Segons el director general dels Mossos ho fan per no interferir en la investigació judicial. “Se'ns podria acusar d'estar dirigint la seva defensa”, assegura.