El negocio del cannabis sigue aumentando en España, a pesar de la negativa del Gobierno a regular su uso recreativo y de los lentos avances para permitir el acceso a la sustancia para su uso medicinal, con un proyecto de Real Decreto en ciernes que establecerá las condiciones para su elaboración y dispensación a pacientes.
Un completo análisis del mercado nacional y europeo, elaborado por la consultora Cannamonitor, muestra cómo aumentan los consumidores y también los ingresos del mercado legal e ilegal, hasta el punto de que el comercio ilícito de marihuana en España se ha convertido en el más grande de la Unión Europea.
El informe cifra en 2.138 millones de euros las ventas de marihuana en el mercado negro de nuestro país en 2022, una cantidad que supone el 20% de todas las ventas ilegales de esta sustancia en la Unión Europea. La facturación de este sector ilícito aumenta aproximadamente un 7% cada año.
La consultora que ha elaborado el estudio achaca este factor a la “actual situación de impasse” entre la prohibición de la sustancia en España y la legalización en otros países, que empiezan a contemplar tanto una regulación medicinal como de uso recreativo. “Hay una economía de exportación al mercado ilícito europeo y una gran producción en España que debería hacernos plantear qué hacemos con el cannabis”, apunta el consultor y politólogo Arnau Valdovinos, autor del estudio.
Según las cifras de incautaciones, que se han doblado desde 2020, los principales polos de producción ilegal son las provincias del Mediterráneo andaluz seguidas de Alicante, Valencia, Barcelona y Girona. Estas dos últimas provincias, según el estudio, concentran la producción para una posterior distribución europea.
El auge del cannabis legal
El documento ha analizado cientos de empresas del sector del cannabis en España y cifra la facturación del sector legal en 501 millones de euros en 2022, con un crecimiento del 12% anual, de los cuales 132 millones se fueron a impuestos y cotizaciones. El documento calcula que a día de hoy el cannabis genera casi 7.000 empleos en nuestro país.
Buena parte de esta facturación (383 millones de euros) proviene de los grow shops, las tiendas que venden semillas de marihuana y productos para su consumo y cultivo. El mercado del cannabis medicinal, sin embargo, se identifica como uno de los que tiene mayor potencial: lo componen unas 60 empresas, creadas mayoritariamente durante los últimos cinco años y con inversiones por valor de 115 millones de euros.
“La creación de compañías de cannabis legal vivió un auge antes y durante la pandemia”, apunta el informe. En los últimos cinco años se han creado una treintena de sociedades de cannabis medicinal en nuestro país. La inversión extranjera ha aportado el 54% de la financiación de estas empresas en España.
Los ingresos de estas compañías de cannabis medicinal, provenientes de las exportaciones, apenas suman 28 millones de euros. La cifra, sin embargo, es el doble que en 2021 y el triple que en 2020. El estudio eleva a 335 millones los ingresos de estas compañías en 2030 en caso de que prospere la regulación del cannabis medicinal que prepara el Gobierno y el Ministerio de Sanidad, un cambio legislativo que apoya el 90% de la población.
El mercado del cáñamo y el CBD, componentes no psicoactivos del cannabis, también aumenta de manera exponencial y generó 81 millones de euros en 2022 a través de la venta de estos productos en farmacias, tiendas especializadas e internet. El crecimiento anual de este sector es superior al 35%, aunque el estudio considera que la cifra podría ser todavía mayor si no fuese por “la falta de armonización regulatoria” con los países de nuestro entorno respecto a estos productos.
Aumentan los usuarios diarios
No solo aumenta la facturación del mercado legal e ilegal de marihuana. También crecen los usuarios diarios de cannabis, que se han doblado durante los últimos 20 años hasta los 882.000 consumidores, si bien en esta cifra hay que tener en cuenta que la población ha aumentado en 8,5 millones de habitantes.
La franja de edad en la que aumenta más el consumo es la de los mayores de 35 años, mientras que los usuarios más jóvenes han mantenido niveles parecidos de consumo durante todo este periodo. “El perfil de consumidor habitual de cannabis en nuestro país ha envejecido”, apunta Valdovinos. “Hace 20 fumaba cannabis gente mayoritariamente joven y ahora está mucho más distribuido generacionalmente”.
Valdovinos considera que estas cifras demuestran que la mayor facilidad para adquirir la sustancia no se ha traducido en un aumento del consumo juvenil. Tampoco la edad media de inicio del consumo se ha alterado desde 1995.
El informe también señala que cada vez hay más consumidores que compran su marihuana en clubes de cannabis y apunta que hay entre 1.000 y 2.000 locales de este tipo en España. Las asociaciones de fumadores de marihuana tienen medio millón de socios repartidos por todo el país, el 40% de los cuales están en Barcelona.
Por último, el informe señala el aumento de la potencia de la marihuana, que se ha triplicado desde 2003. También ha crecido su precio, que se ha doblado durante los últimos 20 años.