El Parlamento Europeo pide investigar los contactos de Rusia con el entorno de Carles Puigdemont. Según una enmienda de los socialistas europeos aprobada este miércoles dentro de un informe sobre las relaciones políticas UE-Rusia, “las recientes revelaciones sobre contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos, incluidos miembros del servicio de seguridad, y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España requieren una investigación en profundidad”.
La enmienda se refiere a una información publicada por The New York Times en la que afirmaba que el director de la oficina del expresident Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, viajó a Moscú en 2019 para reunirse con autoridades rusas, ex miembros del servicio de inteligencia del Kremlin y “el nieto de un importante espía”. El periódico citaba, entre otras fuentes, los informes aportados en la causa del caso Volhov, donde se afirma que Alay buscaba el apoyo de Rusia al movimiento independentista. Tanto Alay como Puigdemont han confirmado este viaje, pero afirman al diario neoyorquino que “forma parte de contactos regulares con autoridades extranjeras y periodistas” y niegan que buscaran el apoyo de Moscú.
“Aunque las fake news lleven el sello de los servicios de información no dejan de ser pura basura”, ha tuiteado Puigdemont: “Es lamentable el descrédito a que algunos arrastran las instituciones europeas en su obsesión nacionalista o por su obcecamiento partidista. La verdad les importa un bledo”.
Lo que ha aprobado este miércoles el Parlamento Europeo, por 462 votos a favor –populares, socialistas, liberales y parte de la extrema derecha–, 113 votos en contra –La Izquierda, parte de los Verdes y otra parte de la extrema derecha– y 95 abstenciones –grueso de los Verdes– es que esos contactos entre autoridades rusas y el entorno de Puigdemont “requieren una investigación en profundidad” porque “podrían ser un ejemplo más de la injerencia rusa en los Estados miembros y de los constantes intentos de Rusia de explotar cualquier asunto que pueda para promover la desestabilización interna en la UE”.
El Kremlin, por su parte, ha negado estar involucrado en el proceso independentista y ha dicho desconocer los contactos que mantuvo Alay con funcionarios rusos en Moscú.
El informe ha sido elaborado por el popular lituano Andrius Kubilius, mientras que la enmienda ha sido propuesta por el socialista croata Tonino Picula, y ha salido adelante por 494 votos a favor, 103 en contra y 72 abstenciones. En el texto, los eurodiputados mantienen su petición de que la Unión Europea siga respondiendo al Kremlin, pero pide que se diferencie entre el pueblo ruso y el Gobierno de Vladimir Putin, a quien tildan de “una cleptocracia autoritaria estancada dirigida por un presidente vitalicio rodeado de un círculo de oligarcas”.
Los tres eurodiputados de Junts votaron a favor de la totalidad del informe, si bien en contra de la enmienda que “intenta promover una afirmación sin evidencias sobre el movimiento independentista catalán”.
“La supuesta intervención de la inteligencia rusa en el proceso independentista catalán es una absoluta falsedad. El Parlamento Europeo debería cuidarse de contribuir involuntariamente a la expansión de noticias falsas, ya que esto afecta seriamente su legitimidad de condenar noticias falsas y campañas de desinformación en otros países”, dijo la delegación en un comunicado.