La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí queda en libertad tras ser detenida en Barcelona

Vuelta a Barcelona y nueva detención. Los Mossos d'Esquadra han detenido este lunes en Barcelona a la eurodiputada de Junts Clara Ponsatí, en cumplimiento de la orden de arresto que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena dictó contra ella tras negarse a comparecer ante el juez la primera vez que volvió a Catalunya tras seis años entre Escocia y Bélgica. Tras menos de cinco horas en la Ciudad de la Justicia, Ponsatí ha quedado en libertad.

“He vuelto a ser detenida ilegalmente en Barcelona”, ha manifestado Ponsatí en su cuenta de Twitter. La policía catalana ha conducido a la eurodiputada hasta el juez de guardia de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, donde se ha acogido a su derecho a no contestar a las preguntas que había mandado el juez Llarena.

En un auto, el juez Llarena ha acordado que sea el juzgado de guardia de la capital catalana el que practique la declaración indagatoria a Ponsatí y que después sea puesta en libertad. El instructor ha enviado a los juzgados de Barcelona un auto con varias preguntas dirigidas a la eurodiputada, pero ha rechazado ordenar que la eurodiputada fuera trasladada a Madrid por los cuerpos de seguridad.

El magistrado ha descartado que Ponsatí sea conducida ante el Supremo en Madrid pues el trayecto supondría “una extensión” de la privación de libertad en un delito que, en caso de condena, no implicaría en ningún caso su ingreso en prisión. La Fiscalía no ha pedido tampoco ninguna medida cautelar.

La eurodiputada, sin inmunidad después de la sentencia del Tribunal General de la UE del pasado 5 de julio, ha vuelto por tercera vez a Barcelona un día después de las elecciones generales que han dejado la llave de investidura de Pedro Sánchez en manos de Junts.

Ponsatí fue una de las integrantes del Govern de Carles Puigdemont que abandonó España en 2017 y no regresó después de ser llamada a declarar por los distintos instructores de la causa del procés independentista. La eurodiputada, una de las mayores partidarias de la vía unilateral y muy crítica con la negociación entre ERC y el PSOE la pasada legislatura, fue paradójicamente una de las beneficiadas de la reforma del Código Penal.

Tras la derogación del delito de sedición, el magistrado Llarena dejó su procesamiento en un delito de desobediencia, sin pena de cárcel, y Ponsatí volvió a España el pasado mes de marzo sin riesgo de entrar en prisión. Tras dar una rueda de prensa, fue detenida en Barcelona por los Mossos d'Esquadra y puesta en liberta a las pocas horas.

El juez Llarena la citó para comunicarle su procesamiento por desobediencia el pasado 24 de abril, pero Ponsatí alegó que tenía trabajo en el Europarlamento y plantó al magistrado. La respuesta del instructor de la causa del procés fue una orden de detención nacional contra Ponsatí para que fuera conducida ante él y comunicarle su procesamiento.