Joaquim Forn, exconseller de Interior encarcelado en Lledoners desde hace más de un año, ha confirmado mediante una carta que será el candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona. No era ningún secreto que esta era la opción de consenso entre el entorno de Carles Puigdemont y el PDeCAT, pero hasta ahora el político no había dado el sí al ofrecimiento.
“Me presento porque tengo derecho a ello, porque no hacerlo”, ha escrito Forn, “sería dar por bueno” el relato que le mantiene en la cárcel. “Estar encerrado no es una ventaja, ciertamente. Pero sería deshonesto conmigo mismo y con la ciudad si aceptara dócilmente que esto es suficiente para romper y imposibilitar la puesta en marcha de un proyecto político de transformación para Barcelona”, ha valorado.
El paso de Forn para encabezar la candidatura del espacio postconvergente supone despejar la última gran incógnita de la batalla electoral por Barcelona. Falta por ver ahora quién será su número 2, puesto para el que se ha barajado la actual consellera de Presidencia, Elsa Artadi, y qué lugar ocupará en la lista Neus Munté, la candidata que superó las primarias del PDeCAT.
Dar continuidad al proyecto de Trias
Forn es un político que conoce al detalle el Ayuntamiento de Barcelona. Fue mano derecha de Xavier Trias durante su mandato como alcalde de la ciudad y permaneció en la oposición hasta que Puigdemont le llamó para ocupar la cartera de Interior dos meses y medio antes del 1-O.
En su carta, adelanta que uno de sus objetivos será “dar continuidad” al proyecto de Trias para la ciudad, esta vez con su “sello personal” y el de su nuevo equipo. “Sé que Barcelona no es amiga de los sectarismos de ninguna clase”, manifiesta el nuevo alcaldable, que quiere “revertir el modelo al que está sometida Barcelona” desde que la gobierna Ada Colau. “Los barceloneses merecemos un proyecto integrador que sitúe la capital del país como eje principal de su acción”, señala.
Más ciudad que 'procés'
En su carta de presentación como candidato, Forn se ha centrado más en dar las primeras pinceladas de sus planes para la ciudad que en hacer referencia al proceso independentista. “Barcelona no es un cromo para cambiar ni una variable secundaria de una ecuación múltiple”, ha expresado. “Queremos trabajar para una Barcelona que respete la diferencia, que trabaje en la búsqueda de consensos [...], que entienda el Ayuntamiento como punto de encuentro de todas las visiones de la ciudad”, ha añadido.
En la carta también ha insistido en una frase que bien podría convertirse en su eslogan, puesto que lo ha colgado en Twitter minutos después de su anuncio: “Barcelona en el centro de todo”.