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El exconseller Vendrell presumió del bloqueo de Tsunami en la AP-7: “Pensaba que era imposible y lo montamos”

Vendrell, a su salida de la Ciudad de la Justicia el pasado 30 de octubre

Oriol Solé Altimira

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La investigación iniciada en Barcelona sobre los dirigentes de la trastienda del procés y su eventual liderazgo de Tsunami Democràtic ya se encuentra en la Audiencia Nacional. Al juzgado central de instrucción 6 del tribunal especial han llegado varios informes realizados por la Guardia Civil para el caso Voloh, la macrocausa que sigue un juzgado de la capital catalana y de la que Tsunami era una de sus patas. Decenas de horas de grabaciones y conversaciones con las que el Instituto Armado pretende apuntalar la acusación contra el exconseller de ERC Xavier Vendrell, el expolítico de Convergència David Madí, el empresario Oriol Soler y otras cuatro personas.

En un informe, fechado el pasado 1 de junio, la Guardia Civil recopila los indicios que de momento ha podido analizar. Las conversaciones más comprometedores son de Vendrell, a quien el Instituto Armado señala como uno de los “organizadores” de las acciones de Tsunami, la plataforma sin portavoces ni líderes públicos que promovió el bloqueo de los accesos al Aeropuerto, el corte de 24 de horas de la autopista AP-7 en la frontera hispanofrancesa o el lanzamiento de balones en el clásico en el Camp Nou tras la sentencia del procés en 2019. Ahora permanece inactiva.

“Yo también pensaba que era imposible montar un escenario en mitad de la autopista y lo montamos”, aseveró Vendrell a un interlocutor que la Guardia Civil tilda de desconocido el 18 de diciembre de 2019, una semana después del bloqueo de la AP-7. La acción en la autopista ha comportado la imputación de casi 200 activistas independentistas de base que acudieron a la llamada de Tsunami. Vendrell todavía está pendiente de prestar declaración en la Audiencia Nacional, que ha asumido la causa hace muy pocos días.

La de Tsunami Democràtic era una de las piezas del caso Voloh, la macrocausa que investiga el juez Joaquín Aguirre y que versa sobre la eventual influencia rusa en los eventos de octubre de 2017, la financiación del procés y la corrupción más reciente de sus líderes en la sombra, como el propio Vendrell. El caso nació a partir de un caso de corrupción de Convergència en la Diputación de Barcelona abierto en 2016, pero adquirieron una dimensión internacional a raíz de los registros y la detención del exresponsable de relaciones internacionales del partido Víctor Terradellas. A partir de las anotaciones y pinchazos telefónicos a Terradellas, el juez intervino los teléfonos de Vendrell y Madí y ordenó colocar micrófonos en sus coches.

Considera la Guardia Civil que Vendrell estuvo detrás de las protestas convocadas el día de reflexión de las elecciones generales de noviembre de 2019, ya que en una de las conversaciones intervenidas dice a su interlocutor “ya enviaré gente” además de difundir mensajes. También señalan los agentes que Vendrell “no solo participa en el movimiento de Tsunami sino que da instrucciones de los movimientos que se han de realizar insistiendo en que no se debe focalizar solo en Barcelona”.

En la misma conversación en la que alardea de la acción en la AP-7, Vendrell parece planear una protesta en el Camp Nou en diciembre de 2019 que finalmente fracasó a la hora de visibilizar el encarcelamiento de los líderes del procés y terminó con altercados con los Mossos en los aledaños del estadio. “Podemos repartir unas cuantas pelotas inflables en las entradas para marear, para que las enganchen y tal para despistar [...] mientras tanto nosotros ya habremos metido lo que tenemos que meter”, dice Vendrell a un interlocutor no identificado. El lanzamiento de balones de plástico amarillo en el césped y el despliegue de pancartas por parte de los aficionados fue finalmente la única acción de la noche, que el propio Tsunami reconoció que no había sido exitosa.

En la charla, Vendrell se queja de la falta de coordinación entre los distintos grupos participantes. “Puta indisciplina de los putos 'cupaires' (CUP), eh macho...”, lamenta Vendrell, que asegura que intentaría hablar con alguien que tuviera ascendencia sobre “Poeta Foix” (a quien la Guardia Civil no logra identificar) para intentar poner orden, aunque reconocía que no era nadie para ordenar que alguien le dijera “al gilipollas que haga esto y punto”.

La Guardia Civil apunta que una de las acciones que planeaba Vendrell para el partido en el Camp Nou era el despliegue de drones sobre el terreno de juego. “El sistema de inhibición de drones del que dispone el estadio impidió el éxito de la tentativa”, dicen los agentes en el informe, en el que añaden que la acción también fue abortada gracias al dispositivo de seguridad desplegado por la Guardia Civil “en colaboración” con el Barça “para impedir cualquier acción de Tsunami tendente a poner en peligro la seguridad y el orden público”.

Como en otros informes anteriores remitidos al juez, el instituto armado también ve “significativo” que Vendrell asegurara que había “salvado el culo” al entonces conseller de Interior Miquel Buch, tras las críticas del entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, por las cargas de los Mossos d'Esquadra a independentistas en los disturbios tras la condena a la cúpula del procés.

“El hecho de que dos personas que no ocupaban cargos públicos, David Madí (el exdirigente de CDC también investigado en la causa) y Vendrell, se reuniesen en el momento en que lo hacían con el conseller de Interior y su secretario general, Brauli Duart, podría significar que le estuviesen trasladando algún tipo de consejo o acuerdo alcanzado por las formaciones políticas independentistas más relevantes, ERC y Junts, y que permitirían a Miquel Buch mantener el cargo de conseller”, apunta la Guardia Civil.

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