La expectativa de una baja participación refuerza al bloque independentista ante el 14F
Quedan pocos días para la celebración de las elecciones en Catalunya y el bloque independentista se refuerza. Actualmente, el bloque formado por ERC, Junts, CUP y PDeCAT sumaría el 47,6% de los votos, los mismos que en 2017, punto y medio más que hace diez días.
Este efecto se debe gracias al aumento de Junts, que mejora medio punto desde el inicio de campaña, y la estabilización de ERC, que a pesar de perder tres puntos porcentuales desde el pasado diciembre se ha estabilizado por encima del 20% en intención de voto.
Además, la CUP ha obtenido buenos registros en las encuestas publicadas más recientemente, y, a pesar de tener un modesto crecimiento en el promedio de sondeos, es suficiente para que pueda algún escaño más.
De esta manera, el bloque independentista sumaría –en el escenario central del modelo— hasta 70 escaños, con una horquilla que varía entre los 65 y 75 (con un intervalo de confianza del 90%). Junts sería la formación con mayor representación con 32 escaños (entre 27 y 35), seguido de ERC con 30 (27-35) y la CUP con 8 (4-10). PDeCAT no aportaría escaños al bloque, aunque podría terminar consiguiendo alguno si superara la barrera del umbral mínimo, impuesta en el 3% de los votos por alguna de las provincias.
La tendencia alcista del bloque independentista se refleja con claridad en las opciones que tienen de sumar mayoría absoluta, establecida en los 68 escaños. Tal y como se puede observar en el gráfico que sigue, este bloque podría obtener la mayoría absoluta hasta en tres de cada cuatro ocasiones o 75% de probabilidades. Son seis puntos porcentuales de incremento desde el 1 de febrero, cuando registraban alrededor de dos de cada tres opciones (69%), uno de los registros más bajos desde el inicio del nuevo año.
Participación
Una de las principales incógnitas de estas elecciones es la tasa de participación. La mayoría de las encuestas de las últimas semanas apuntan a una caída de más de 20 puntos respecto a 2017, cuando se registró el mejor dato de la histórico: el 79%.
En aquella ocasión, en las secciones censales –unidad territorial inferior al municipio con una población de menos de 1500 en la mayoría de los casos— con mayor participación electoral el voto al bloque independentista fue mayor. Es decir, en las elecciones de 2017 existió una tendencia ascendente en las secciones que más participaron, beneficiando a las formaciones que configuran dicho bloque. Eso no significa que más participación suponga más voto independentista. De hecho, técnicamente hablando, una mayor participación tan solo explica el 17% de la variabilidad del voto independentista.
De todos modos, las formaciones independentistas muestran una mayor fidelidad de voto que el resto. Según el CIS de inicios de enero, la media de fidelidad (ponderada por número de votantes) de ERC, Junts y la CUP ronda el 43%. Una cifra considerablemente baja comparando con años anteriores (72% en 2017) pero 4 puntos superior a la de los demás partidos, que se quedarían por debajo del 39%.
La tasa de indecisión que muestra el CIS, y que se puede contrastar en otros en otros sondeos, es signo evidente del impacto del coronavirus en la sociedad. Más del 90% de los entrevistados muestra bastante o mucha preocupación al respecto de esta crisis y son casi un 53% los que declaran que la gestión de la pandemia influirá en su voto.
Lo que no está tan claro, en cambio, es cómo puede afectar esto a los diferentes grupos sociales a la hora de decidir el voto. El CIS apunta a que casi la mitad (48%) de los entrevistados que recuerdan haber votado a algún partido de corte independentista en 2017 aseguran que el coronavirus influirá en la toma de decisión de su voto, pero el 47% de ellos volvería a votar al mismo bloque y el 44% no sabe o no responde.
En el resto de las formaciones, en cambio, son el 55% los que aseguran que la gestión de la pandemia influirá en su voto y sólo el 42% de ellos volverían a votar por alguno de esos partidos.
Además, el 84% de los entrevistados que manifiestan que votarán al bloque independentista, asegura que lo hará con toda seguridad y esa cifra asciende al 96% entre aquellos que asignan más probabilidades de ir a votar (entre el 6 y el 10) que de quedarse en casa (entre el 1 y el 5). En cambio, fuera de este bloque, son el 77% los que aseguran que votarán con toda seguridad y el 92% los que probablemente terminarían votando.
Por último, citar que no hay demasiadas evidencias de que los mayores tenga más miedo a acudir a las urnas debido a la Covid-19. De hecho, entre los mayores de 65 años, el 69% manifiesta que acudirá a votar con toda seguridad, una cifra 4 puntos superior en comparación con las personas de menos edad.
Se puede decir, por tanto, que las formaciones que componen el bloque independentista están más movilizadas, aunque no tanto como en 2017, por lo que una baja participación podría beneficiarles políticamente.
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