El operador de alta velocidad iryo pondrá en marcha sus servicios en toda España en noviembre. En Barcelona, la compañía tiene previsto operar con 16 frecuencias entre Madrid y la estación de Sants, pero diversos expertos alertan de que esta ya está “al límite” y que la llegada de iryo la podría llevar “al colapso”. Así lo explica el ingeniero de camino Carlos Vilés en declaraciones a ACN.
Sants sólo dispone de seis vías para la alta velocidad. Esto, de por sí, ya supone un espacio limitado para que operen todos los trenes, pero a la circulación hay que sumarle las tareas de mantenimiento que necesitan los vehículos. Según Vilés, las gestiones de limpieza y logística ya están limitando la capacidad de la estación, un hecho que se agrava cuando los trenes se deben dirigir a los talleres, a los que sólo se puede llegar recorriendo diversos kilómetros por vía única.
Esta sobrecarga es tal que “muchos de los servicios ya se deben perlongar hasta Figueres (Girona) porque Sants está completamente al límite”, según Joan Carles Salmeron, director del Centro de Estudios del Transporte (CET). De hecho, parte de las incidencias que hoy sufren otros operadores, como Ouigo, ya son consecuencia de la falta de espacio para el mantenimiento, tal como añade Salmeron.
En este sentido, Vilés alerta de que estos problemas derivados de la sobrecarga “ya se están viviendo en Atocha”, con episodios de colapso en hora punta, trenes que no están preparados a su hora o salas de embarque saturadas. “Debemos esperar que en Sants pase esto”, avisa.
Ambos expertos consideran que la manera de evitar que este colapso llegue a darse es poner en marcha las áreas de mantenimiento y aparcamiento de la estación de la Sagrera, que se encuentra en obras de mejora y ampliación. Pero esta no es una solución a corto plazo, porque, de hecho, el mayo pasado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, dijo que no se prevé que los trenes de alta velocidad puedan llegar a La Sagrera hasta 2025.
Ante esta situación, Vilés apunta por “reducir los tiempos de espera y parada” de los trenes en Sants, así como enviarlos a otras ciudades como Figueras o, incluso, Madrid, para que hagan su mantenimiento.
Adif niega el colapso
Fuentes de Adif, responsable de la gestión de Sants, afirman que “no hay ninguna posibilidad” de congestión. Según indican, la capacidad de todas las estaciones españolas, tanto para la saluda de trenes como para su mantenimiento y rotación, era conocida por iryo en el momento de establecer las frecuencias y horarios.
Así mismo, aseguran que no se otorgó a la compañía “más espacio del disponible”. Adif no ha indicado los datos concretos sobre cuál es el porcentaje de ocupación de la estación, pero insisten en que se puede mantener un “servicio correcto”.