Visto para sentencia el juicio por el fraude fiscal derivado de la trama del 3% que afecta a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y la productora Triacom. El fiscal de delitos económicos Pedro Castro ha mantenido los dos años de cárcel contra el exconvergente David Madí y otros dos acusados del caso, mientras que ha rebajado las penas a los dos procesados que confesaron la trama, el exadministrador de Triacom, Oriol Carbó, y el empresario Juan Manuel Parra.
Ante el juzgado penal 23 de Barcelona se ha celebrado el juicio contra una presunta trama de facturas falsas vinculada al exgerente de TV3 y de Triacom Oriol Carbó, que también está investigado en el caso 3%, y otros seis empresarios, entre ellos Madí, acusados de emitir facturas falsas por trabajos ficticios para la productora.
Al haber admitido los hechos Carbó, el principal acusado, Madí y el resto de empresarios ha visto complicada su defensa, pero se han reafirmado en reclamar la absolución al negar que los trabajos por los que facturaron a Triacom fueran falsos. El fiscal ha rebajado la pena solicitada a Carbó a 8 meses de prisión.
Solo el empresario Juan Manuel Parra, que fue condenado a 8 meses de cárcel por el pago de comisiones a CDC a través del Palau de la Música, ha admitido el fraude. En el juicio explicó que el partido le “obligó” a emitir facturas falsas a Triacom, una productora de TV3, si quería cobrar los servicios que prestó para su campañas electoral de 2020 en los comicios al Parlament: “O lo tomas o lo dejas, me dijeron”. La pena reclamada para Parra es un año de prisión.
El caso fue remitido en su día por la jueza a la Audiencia Nacional para que formara parte del caso del 3% sobre presunto pago de comisiones a CDC –en una decisión que después revocó la Audiencia de Barcelona–, al entender que esas mismas facturas falsas sirvieron para financiar irregularmente a la extinta formación.
En su informe final, el fiscal Pedro Castro, a quien Madí reprochó el miércoles durante el interrogatorio tener poco conocimiento del mundo empresarial, ha afeado al exconvergente su “contundencia en la incoherencia” así como su “falta de credibilidad” a la hora de negar el fraude, al tiempo que ha considerado “un acto de fe” la tesis exculpatoria de la antigua mano de Artur Mas.
El fiscal ha incidido en que las facturas que las empresas de Madí giraron a Triacom por servicios de consultoría y comunicación en realidad no se produjeron, sino que tan solo sirvieron para que la firma audiovisual, productora de los programas de TV3 “El Gran Dictat” y “Fish and Chips”, pudiera aumentar sus gastos deducibles y así reducir el pago de IVA y del impuesto de sociedades en 2011.
Tal y como reveló elDiario.es, la investigación de la Audiencia Nacional ha desvelado que Triacom hinchaba más del 50% el precio de los dos programas que facturaba a TV3, y al carecer de estructura y empleados derivaba automáticamente todas las fases de producción de los espacios a la multinacional Mediapro, una mecánica para “dar cobertura a lo que simplemente era un acto espurio”, en palabras del fiscal.
Después Triacom pagó 420.000 euros a David Madí. Oriol Carbó costeó todos los gastos del despacho privado del exdirigente convergente, entre ellos mobiliario, teléfono, luz, cafés o bolígrafos. La defensa de Madí sostiene que todas las facturas que sus empresas emitieron a Triacom responden a servicios realmente prestados y perfectamente acreditados.