La primera causa penal de la historia de España por racismo en un estadio de fútbol está más cerca de llegar a juicio. El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, ha presentado este jueves su escrito de acusación, en el que pide dos años de cárcel para un aficionado del Espanyol por los gritos racistas que profirió contra el delantero del Athletic Club Iñaki Williams.
Los hechos se remontan al 25 de enero de 2020 en el estadio de Cornellà mientras se disputaba el partido Espanyol–Athletic Club de Bilbao. Cuando Williams fue sustituido a mediados de la segunda mitad, el aficionado acusado, relata el fiscal, “profirió gritos” contra el delantero y “escenificó gestos de menosprecio de carácter racista hacia su persona”.
Las “manifestaciones de menosprecio” que realizó el aficionado del Espanyol acusado, según el fiscal, consistieron en simular los gestos que hacen los primates y gritar “de forma repetida 'uh, uh, uh, uh”', onomatopeya que imita el sonido emitido por los monos y que ha sido empleada en diversas ocasiones por los asistentes a un partido para insultar a los jugadores de piel negra.
Tal y como el propio Williams declaró ante el juez, el fiscal recalca que los gritos del aficionado generaron en el delantero “sentimientos de frustración, vergüenza y humillación, con el consiguiente menoscabo de su dignidad intrínseca”.
Por todo ello el fiscal Aguilar acusa al aficionado del Espanyol de un delito de incitación al odio por motivos racistas en concurso con otro contra la integridad moral. Además de la pena de cárcel, el fiscal solicita que el acusado no pueda acceder a un estadio de fútbol durante 5 años y una multa de 4.950.
El juicio, que será pionero, todavía no tiene fecha. Del banquillo se ha librado en el último momento un segundo aficionado del Espanyol que estuvo investigado durante toda la fase de instrucción. Según el fiscal, no se ha acreditado suficientemente que participara de los gritos racistas, por lo que ha solicitado el archivo de la causa contra él.
Además de los dos imputados, la investigación previa del fiscal Aguilar identificó a una tercera persona, menor de edad, como responsable de los gritos racistas a Williams.
La propia Liga Profesional de Futbol, que ejerce la acusación popular del caso, presentó una denuncia ante la Fiscalía contra los delitos de Odio de Barcelona tras el partido, y el Comité de Competición abrió expediente al club catalán. El Espanyol terminó la temporada en último lugar, descendiendo a Segunda División. Políticos, dirigentes deportivos y futbolistas y exfutbolistas se solidarizaron con el delantero del Athletic de Bilbao después de los insultos racistas que recibió.