La Fiscalía ha pedido al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que autorice las dos únicas medidas restrictivas de derechos fundamentales que contempla el Govern contra la pandemia una vez finalice el estado de alarma este domingo.
En concreto, la Fiscalía no se ha opuesto a la prohibición de reuniones de más de seis personas y al límite de aforo del 50% en todo tipo de actos religiosos. Será ahora la Sala del contencioso-administrativo la que deba pronunciarse sobre si autoriza o no a la Generalitat a aplicar estas medidas a partir del próximo domingo, cuando el estado de alarma haya decaído en el conjunto del Estado y con él las medidas de contención de la pandemia. El TSJC resolverá este viernes sobre la cuestión.
Al contrario que otros gobiernos autonómicos, la Generalitat de Catalunya no ha solicitado prolongar restricciones como el toque de queda nocturno o el confinamiento perimetral de la comunidad. El pasado martes el Govern justificó esta decisión debido a la buena marcha de la vacunación, que ha alcanzado una cobertura del 24% de la población catalana este jueves, además de los datos positivos sobre contagios y mortalidad que se han registrado en las últimas semanas.
Con todo, el Govern sí mantendrá restricciones horarias para la hostelería, que deberán cerrar a partir de las 23 horas, y no permitirá aún la apertura de locales de ocio nocturno y otras actividades. Además, si obtiene el aval judicial, mantendrá por el momento la restricción sobre los encuentros de más de seis personas. La Generalitat tampoco descarta aplicar nuevas medidas en futuro si la evolución de los contagios empeora, para lo que estudia la modificación de su ley de Salut Pública por la vía del decreto. Una reforma legal que, sin embargo, hasta ahora ha decidido pausar para no generar confusión.
Con todo, según aseguro esta semana el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, en su opinión Catalunya “ya dispone del marco normativo” para poder poner en marcha las restricciones que hagan falta, siempre con aval del TSJC, gracias a la modificación de la ley de salud pública de Catalunya en julio pasado. De hecho la Generalitat ya aplicó confinamientos territoriales y medidas duras de distancia social durante el verano pasado, en el periodo entre los dos estados de alarma. Una opción que podrían retomar ahora si la situación sanitaria vuelve a descontrolarse en algunas zonas.