La Fiscalía destaca el “abuso de poder” por el que fue condenada Laura Borràs y defiende que siga inhabilitada

La Fiscalía Superior de Catalunya se ha opuesto a que el Gobierno conceda un indulto total a la expresidenta del Parlament Laura Borràs, que incluya también la pena de 13 años de inhabilitación a la que fue condenada, al concluir que no ha mostrado “el más mínimo signo de arrepentimiento” tras ser sentenciada por “abuso de poder” en un delito de corrupción.
Borràs ha empezado a cumplir ya la pena de inhabilitación para ocupar cargos públicos (que no afecta a su trabajo de funcinaria del Estado en la Universidad) tras su condena por fraccionar contratos para beneficiar a un amigo cuando era presidenta de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
Sin embargo, su entrada en prisión para cumplir los cuatro años y medio de cárcel a los que fue condenada se encuentra suspendida a la espera de la decisión del Gobierno. Fue el propio tribunal que la condenó quien propuso su indulto, y la Fiscalía no se opuso. En cambio, el Ministerio Público sí rechaza ampliar ese indulto a la pena de inhabilitación a la que fue condenada Borràs, tal y como solicitó una ciudadana llamada Margarida Aritzeta, que fue profesora y exdecana de la ILC.
En su escrito, la fiscal Assumpta Pujol recuerda que Borràs fue condenada por su “actitud de abuso de poder con la finalidad de favorecer el lucro” de un amigo. “Estamos ante un delito que se enmarca en el concepto de corrupción administrativa y difícilmente susceptible de beneficiarse del derecho de gracia”, agrega la fiscal.
La fiscal responde punto por punto a las alegaciones que Aritzeta, como cualquier particular o entidad que puede reclamar la medida de gracia, solicitó para Borràs. Según la profesora, la exlíder de Junts fue víctima de “una persecución judicial, policial, política y mediática”, esto es, lawfare, algo que desmiente con contundencia el Ministerio Público.
Según la fiscal, Borràs “no ha aceptado en ningún momento su responsabilidad, no reconoce haber actuado al margen de la ley ni ha exteriorizado el más mínimo signo de arrepentimiento”, sino todo lo contrario: son “constantes y contumaces” sus manifestaciones cuestionando la actuación de la justicia y “afirmando, sin ningún tipo de pudor, haber sido víctima de una persecución judicial por sus ideas políticas”.
Recuerda la Fiscalía que, durante la fase de investigación del caso, cuando se encontraba bajo secreto, Borràs desmintió en la radio que estuviera siendo investigada porque así se lo había trasladado el entonces conseller de Interior, hecho que provocó el enfado de la jueza instructora y que la Guardia Civil sustituyera a los Mossos como policía judicial de la causa.
“Se presenta como víctima de lawfare quien ha cometido el delito con absoluto abuso de autoridad y menosprecio a la legalidad”, apostilla la fiscal, que destaca que Borràs no se encuentra a día de hoy “reeducada ni rehabilitada socialmente”.
Indultar a la exlíder de Junts mandaría un mensaje negativo a la sociedad, argumenta la fiscal, ya que Borràs debe cumplir la pena a la que fue condenada para “evitar la comisión de nuevos delitos y afianzar la credibilidad en el sistema judicial y el buen funcionamiento de las instituciones públicas”.
Apartada de la primera línea por Carles Puigdemont y sin un papel relevante en Junts, el debate sobre el indulto a Borràs añade una nueva carpeta potencialmente endiablada para el Gobierno, aunque de menor relevancia, puesto que la exdirigente ya no ocupa cargos públicos. Si hiciera caso al TSJC e indultara a Borràs, la medida de gracia fácilmente se convertiría en munición para el PP con el argumento de que el Ejecutivo perdona la corrupción de sus socios parlamentarios.
Más problemas puede tener Borràs para desempañar la tarea que pactó con Puigdemont tras ser apartada de la presidencia de Junts. El pasado mes de octubre, Junts anunció que presidiría una nueva fundación del partido, pero su condena firme a 13 años de inhabilitación (pena que no será indultada en ningún caso y que ya ha empezado a cumplir) complica su nuevo papel.
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