La Fiscalía pide la pena más alta por los disturbios del procés: un joven se enfrenta a 14 años de cárcel

Es la pena más alta de las que ha reclamado la Fiscalía a los centenares de jóvenes juzgados por los altercados que siguieron a la sentencia del procés en 2019. El Ministerio Público pide 14 años de cárcel a un chico al que acusa de lanzar un “artefacto de pirotécnica” a un agente de la Policía Nacional durante los disturbios que arrasaron la plaza Urquinaona de Barcelona.

Ante la sección 6ª de la Audiencia de Barcelona ha arrancado este miércoles el juicio a O.S. y a otros dos acusados, F.C. y E.B., que también se enfrentan a penas elevadas (7 y 3 años de cárcel respectivamente). Si el tribunal da la razón a la Fiscalía, tendrían que ingresar en prisión. Se trataría de las excepciones de los juicios por los altercados, que en su mayoría los jueces han rechazado castigar con condenas altas (o se han zanjado con pactos con la Fiscalía para evitar el ingreso en prisión).

La pena solicitada tan alta para el joven responde a tres delitos (4 años por desórdenes, 5 por atentado a los agentes y otros 5 por lesiones a los agentes). Todos los acusados han negado que participaran en los disturbios. Por no estar, O.S y E.B. ni se han ubicado en la plaza que centralizó los altercados el 18 de octubre de 2019. F.C. ha dicho que sí estaba en la manifestación pero que no cometió altercados.

Como suele ocurrir en los casos de disturbios, la base de la acusación del Ministerio Público es el testimonio de ocho agentes de la Policía Nacional, que han señalado a dos de los acusados como los jóvenes que les lanzaron un adoquín y un “artefacto pirotécnico”, respectivamente. Del tercer acusado, han dicho que también realizaba lanzamientos, sin precisar si eran botellas o piedras. El tribunal analizará este jueves los vídeos que, a juicio de la Fiscalía, también demuestran la culpabilidad de los acusados (y que en parte han sido impugnados por las defensas).

En su declaración, O.S., el acusado que se enfrenta a 14 años de cárcel, ha negado que lanzara artefacto alguno a los agentes. Según su versión, bajó con tres amigos de su pueblo a la capital y dejaron el coche en la Barceloneta. Subieron la Rambla hasta plaza Catalunya, y allí el grupo se separó al cruzarse con un grupo de manifestantes que corría de una carga policial en Urquinaona.

“No tiré nada, ni se me ocurriría”, ha insistido el acusado, que se dirigió hacia Arc de Triomf al estar el centro de Barcelona sitiado por furgonetas policiales. Allí lo pararon dos agentes de la Policía Nacional, a los que entregó la documentación y la mochila, que le fue devuelta al momento. El joven ha acusado a los agentes de proferirle insultos racistas al ver que nació en Ucrania.

“No le di importancia, solo quería que me devolvieran la bolsa”, ha agregado. El acusado ha explicado que los agentes también le fotografiaron, pero a preguntas de su abogada, Esther Anglès, ha añadido que ni le leyeron los derechos ni le hicieron firmar ningún permiso para realizarle una fotografía.

Versión opuesta han dado los dos agentes heridos en el oído en la noche de los altercados, que han sufrido pérdida de audición. “Fue un calvario”, ha expresado uno de los antidisturbios. Mientras las defensas ponen en duda la identificación de los acusados por parte de la Policía, el agente ha dicho no tener “ni una duda” de que O.S. fue el joven que le lanzó el “artefacto” (que no ha concretado si era un petardo o un cóctel molotov) debido a que su vestimenta era “de una marca habitual en el boxeo, muy reconocible”.

El agente sí ha explicado que no pudo detener en el momento al acusado, sino que pidió a otro uniformado que “no lo perdiera de vista”, por lo que la identificación del joven no se produjo, como mínimo, hasta 45 minutos. La defensa intenta jugar esta baza para generar una duda en el tribunal de que los detenidos fueran efectivamente los jóvenes que atacaron a los agentes.

Respecto al joven al que se piden 7 años de cárcel, otro agente de la Policía Nacional lo ha señalado con claridad como el lanzador de una piedra. El mismo agente fue quien lo detuvo pasados unos minutos, y ha admitido que el acusado resultó herido durante el arresto “porque se resistió”.

Por contra, el joven ha explicado que los agentes lo detuvieron de forma violenta, y que le insultaron. “Me llamaron 'marica, independentista, Puigdemont, podemita de mierda, maricón'”, ha aseverado a preguntas de su abogado, Benet Salellas. El acusado no denunció a los agentes en 2019 por la “ansiedad” que le generó el arresto y porque prefirió recibir asistencia psicológica tras el trauma.

El tercer acusado, defendido por Marta Bolinches y Laura Medina, se ha desmarcado por completo de los hechos: “Vi por la tele que días antes había altercados, pero eran de temática política y a no me interesa, por lo tanto me desvinculé”. El juicio quedará visto para sentencia este jueves.