Forenses del Instituto Nacional de Toxicología y peritos de los Mossos d'Esquadra han empezado a desmontar este jueves una de las teorías de la conspiración alrededor del imam de Ripoll y líder espiritual de la célula de los atentados del 17-A, Abdelbaki Es Satty. Los especialistas han relatado al tribunal los trabajos para identificar los restos cadavéricos de dos hombres hallados entre los escombros del chalé de Alcanar donde los terroristas fabricaban explosivos. Uno de ellos era el del imam.
Sobre la sesión de este jueves sobrevolaban las dudas que ha sembrado acerca de la muerte del imam la defensa de una de las víctimas, representada por el diputado de JxCat y abogado de Carles Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas. La cuestión volverá a suscitarse el próximo miércoles, cuando declaren los forenses marroquíes que certificaron que los restos de Alcanar eran de Es Satty tras compararlos con el ADN de su familia en el país y que no han tenido tiempo de declarar este jueves debido a los problemas técnicos con las videoconferencias.
Al carecer de familiares en España con los que comparar el ADN de los restos hallados en Alcanar, la relación entre Es Satty y el colgajo de piel y una oreja encontrados entre los restos del chalé se tuvo que hacer con otras muestras genéticas del imam.
Así, tras encontrar varios restos genéticos en su piso de Ripoll, el análisis de los peritos biológicos de los Mossos y de los forenses concluyó que los trozos de oreja y cara de Alcanar coincidían con restos de ADN de la chilaba del imam, unos pelos hallados en una manta de la casa de Es Satty y los genes de una lata de cola que se encontró en la furgoneta que utilizaba el imam. Hasta tres coincidencias indirectas que vinculan al imam con los restos humanos de Alcanar.
El otro ADN hallado entre los restos del chalé fue más fácil de identificar, han explicado los forenses. El motivo es que el ADN de las dos orejas de Youssef Aalla, fallecido junto al imam en la explosión del chalé de Alcanar, sí se pudo cotejar con uno de sus familiares en España, su hermano Said, abatido tras atentar en Cambrils. Los resultados fueron de un índice de parentesco del 100% porque ambas muestras fueron “compatibles con una misma vía paterna y materna”, han relatado los peritos.
En conjunto, según han explicado los forenses, se recogieron de Alcanar más de 15 kilos de restos humanos, lo que rápidamente llevó a concluir que se trataba de dos cuerpos destrozados por la explosión. Primero se recogieron los fragmentos de restos humanos más grandes, y en los días sucesivos se llegaron a recopilar un centenar de restos cadavéricos.
En la sesión de este jueves se han repetido e intensificado los problemas técnicos con las videoconferencias con testigos y peritos que ya han sido la tónica general del juicio. En numerosas ocasiones se han producido desconexiones con las sedes judiciales donde testificaban los declarantes, y bien el sonido bien la imagen se congelaban de repente a medio interrogatorio.
El presidente del tribunal, el magistrado Félix Alfonso Guevara, ha intentado sortear las dificultades técnicas repitiendo en tono alto las preguntas de las partes para que los testigos las entendieran y pidiendo concreción a los abogados en sus cuestiones, lo que no ha evitado las reiteraciones en preguntas y respuestas. Todos estos problemas han retrasado las declaraciones de los peritos y testigos previstos para este jueves, que se completarán la próxima semana.