La jueza ha ordenado prisión provisional comunicada sin fianza para el futbolista Dani Alves, acusado de agresión sexual en una discoteca de Barcelona. Así lo había solicitado la Fiscalía este viernes después de que el exjugador del Barça prestara declaración ante los Mossos y la jueza en la Ciutat de la Justicia de la capital catalana, donde ha acudido detenido tras declarar esta mañana en una comisaría de la ciudad.
Una mujer denunció a Alves por agresión sexual en la discoteca Sutton, situada en la zona alta de la capital catalana. Los hechos habrían pasado la noche del 30 de diciembre. Según han avanzado El Periódico y La Vanguardia, la víctima, una joven de 23 años, asegura que Alves la violó en un baño, la obligó a hacerle una felación por la fuerza y la abofeteó, mientras la humillaba e insultaba.
Según estos medios, las grabaciones de las cámaras de seguridad en la sala VIP donde se encontraban muestran que los hechos previos y posteriores a la supuesta agresión sexual ocurrieron tal y como los relató la denunciante. En el baño en el que se produjo la agresión denunciada no hay cámaras. Según la mujer, Alves le pidió que lo siguiera a través de una puerta que conducía, sin que ella lo supiera, a un baño de dimensiones reducidas.
Tras la supuesta agresión, la mujer avisó a los pocos minutos a las amigas con las que había acudido al local, que a su vez alertaron a los responsables de seguridad. Inmediatamente se activó el protocolo contra agresiones sexuales en el ocio nocturno que tienen varias salas en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona. Cuando una patrulla de los Mossos d'Esquadra llegó a la discoteca, Alves ya la había abandonado. Esa noche la víctima fue trasladada al Hospital Clínic.
Según El Periódico, que cita fuentes policiales, en el informe médico hay algunas lesiones compatibles con el forcejeo. Dos días después de los hechos, la víctima presentó una denuncia y los Mossos abrieron una investigación para aclarar lo sucedido.
El futbolista, de 39 años, ha acudido a primera hora a la comisaría de Les Corts de Barcelona para prestar declaración. Sobre las 10 de la mañana ha abandonado el recinto en un coche de la policía catalana y ha pasado a disposición judicial.
Tras la denuncia, Alves negó los hechos que se le imputan. El pasado 5 de enero envió un vídeo a Antena 3 en el que negó ser un “agresor” y aseguró que no conocía de nada a la denunciante. Sí que reconoció haber estado en la discoteca Sutton la noche en la que ocurrió la supuesta agresión. “Quien me conoce sabe que me encanta bailar”, afirmó. “Estuve bailando y disfrutando sin invadir el espacio de los demás”.
Alves es jugador del Pumas mexicano desde julio de 2022, al que llegó después de su segunda etapa en el F.C. Barcelona. El jugador mantiene varios vínculos con la capital catalana y acude de vez en cuando a la misma pese a que ya no juega en el Barça.