La Generalitat prevé que el pico de ingresados por COVID se alcance en vísperas del 14F y no descarta aplazar las elecciones

Arturo Puente

11 de enero de 2021 16:00 h

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Las elecciones siguen en el aire en Catalunya en la semana clave en la que los partidos y el Govern deben consensuar si las aplazan o no. En la reunión de este lunes de la mesa de partidos que analiza la situación de cara a los comicios, el Departament de Salut ha expuesto sus previsiones epidemiológicas para las próximas semanas y ha dibujado un escenario en el que se alcanzaría el pico de contagios a finales de enero, es decir, a las puertas de la fecha en la que debería comenzar la campaña electoral de las elecciones del 14F.

El secretario general del Departament, Marc Ramentol, ha sido el encargado de exponer las previsiones elaboradas por BIOCOMSC, grupo de investigación de la Universitat Politècnica de Catalunya, y profesionales del Institut Català de la Salut. Este documento plantea dos escenarios con algunas variaciones, aunque ambos coincidentes en que el peor momento pra los contagios será el final de este mes, mientras que la presión asistencial máxima en las UCI se alcanzaría ya en plena campaña y la semana anterior a la fecha electoral.

En concreto, el escenario más favorable prevé que en torno al 14 de febrero, día de las elecciones, se produzcan en Catalunya unos 3.000 casos diarios y que en cuidados intensivos haya 610 pacientes, es decir, un número un 30% más alto que el actual. Mientras, la previsión más grave estima que los contagios aumenten más rápidamente en los próximos días, lo que haría que en un mes se llegasen a los 5.000 casos diarios. Esta previsión, más pesimista, indica que en esas condiciones el día de las elecciones habría 840 pacientes en las UCI, casi el doble que ahora.

Con estos datos, Salut llega a la conclusión de que las medidas restrictivas sobre la movilidad y actividad social se mantendrán prácticamente sin cambios durante varias semanas. Al tiempo, debido a que según sus modelos la velocidad de transmisión se situaría por encima de R1, los técnicos sanitarios auguran un empeoramiento de la capacidad de rastreo y una “dedicación intensiva, a todos los niveles asistenciales, de recursos profesionales” para atender a pacientes de COVID. A eso hay que sumarle, recuerdan, la necesidad de mantener el ritmo de vacunaciones. Aunque no lo citan así, el departamento dibuja un escenario al borde del colapso sanitario.

El informe expuesto por Ramentol evita entrar a valorar si las elecciones deben celebrarse o no en cualquiera de los dos escenarios. Salut considera que es la mesa de partidos, en la que están representadas todas las formaciones parlamentarias además del Departamento de Exteriores y Asuntos Institucionales, quien debe posicionarse sobre la conveniencia de continuar adelante con los comicios. El problema no es únicamente garantizar las condiciones sanitarias de la jornada, sino poder asegurar la participación, información suficiente y simetría entre los partidos, que deberán hacer campaña en situación de pandemia.

El Govern y la mesa de partidos consensuaron un documento en diciembre pasado en el que planteaban diferentes escenarios de evolución de la pandemia y las medidas que debían tomar en cada uno para garantizar las elecciones. En dos de estos escenarios, los más extremos, suponían el aplazamiento de la fecha. Se trataba, por una parte, de volver al confinamiento domiciliario duro, como el que ocurrió durante la primavera pasada. Una situación que en la reunión celebrada este lunes no se ha considerado.

Otra opción en la que se preveía el aplazamiento era la imposición de unas restricciones generalizadas de la vida social y económica, por ejemplo, con la clausura de bares y restaurantes e impedimentos a la movilidad en determinados horarios. Esta situación tampoco se da en este momento, pero Salut no puede descartar que no deba tomarse durante el periodo preelectoral si la situación empeora.