La Generalitat prioriza educación y cultura en unos presupuestos que crecen un 6,5%
Los presupuestos de la Generalitat para 2024, que han iniciado este miércoles su trámite en el Parlament de Catalunya, alcanzarán los 43.673 millones de euros, una cifra récord que supone un incremento del 6,5% respecto al ejercicio anterior y que contempla sus mayores crecimientos en departamentos como el de Educación o Cultura. La consellera de Economía, Natàlia Mas Guix, los ha calificado de '“expansivos pero responsables”.
Tras alcanzar un acuerdo este martes con el PSC, y a la espera de atar también el voto de En Comú Podem, el Govern ha presentado unos presupuestos que se nutren de una recaudación récord y que suponen también un nivel de inversión en infraestructuras y equipamiento que duplica los de hace un decenio, cuando tocaron suelo. Se trata de 3.000 millones de euros, lo que según Mas Guix supone recuperar el “pulso inversor” en la comunidad autónoma.
Por departamentos, el que más crece en gasto –con diferencia– es el de Cultura. Aunque su peso en el conjunto de las cuentas es pequeño, aumenta un 19,5% respecto a 2023, hasta los 566 millones de euros. Entre la partidas más destacadas, se destinan 63 millones a la promoción del catalán y 55 a la plataforma de TV3 destinada a familias y colegios.
Otro de los ámbitos que más crece es el de Educación, según la Generalitat una de las prioridades de los próximos años dados los pobres resultados en las evaluaciones internacionales. Su partida asciende un 10%, de 6.825 millones a 7.508, un salto del que también el PSC sacó pecho en su presentación del acuerdo con el Govern. Entre los gastos que Economía ha resaltado se cuentan 67 millones para “consolidar” la gratuidad del segundo año Infantil y 70 millones para combatir la segregación escolar.
El crecimiento en Salud es del 5,6%, hasta los 12.059 millones, como siempre la cartera más abultada. Pero además se le añade un fondo extraordinario de 800 millones para normalizar el gasto desplazado.
Con todo, el peso del gasto social respecto al total del presupuesto se sitúa en el 72,6%, es decir, seis décimas menos respecto a los presupuestos de 2023, cuando se situó en el 73,2%. Y supone una reducción de dos puntos si se compara con las cuentas de 2022, cuando el gasto social se fijó en el 74,6%. Según el Govern, esta reducción responde a dos motivos. Por un lado, por el incremento de los intereses de la deuda. Y por otra parte, por el aumento del gasto en políticas del agua para hacer frente a la sequía.
Tal como adelantó el president Pere Aragonès, también contienen las cuentas una inversión de 1.040 millones para combatir la sequía. Gran parte de ese importe se lo llevarán las políticas de gestión del ciclo del agua, con ayudas y inversiones para infraestructuras hídricas, pero también se reservan 86 millones para mejorar el riego agrícola. Por otro lado, la ley de acompañamiento de medidas fiscales y financieras también recoge un incremento en el canon del agua, que no sube desde 2017. De esta forma, se convierte en un importe fijo de 1, 2, 3 o 4 euros mensuales en función del gasto. Para el 80%, según el Govern, el aumento será de un euro.
Los ingresos a las arcas catalanas, un 12,5% superiores a los de 2023 –sin contar los no financieros–, se nutren en buena medida del aumento de los anticipos del modelo de financiación y de las liquidaciones, que crecen en 4.438 millones. En clave impositiva, de hecho, disminuye la previsión de recaudación, entre gravámenes propios y cedidos, umn 2,5%. El impuesto de patrimonio (-4,1%) y el de transmisiones patrimoniales (-5,7%) son dos de los más significativos que marcan un descenso.
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