Glovo esgrime su foto con Illa y “el apoyo de sindicatos y patronal” en su juicio por competencia desleal a Just Eat

¿Una fiesta de cumpleaños puede formar parte de una estrategia legal? La pregunta surge a raíz del alegato de uno de los abogados de Glovo en el arranque del juicio contra la compañía por competencia desleal a Just Eat, en el que la firma de Óscar Pierre se expone hasta a 295 millones de euros en indemnizaciones.
El letrado de Glovo ha aportado como “hecho nuevo” al pleito la fotografía de este lunes entre el fundador y jefe de Glovo, Òscar Pierre, el president de la Generalitat, Salvador Illa, y líderes de la patronal y sindicatos con motivo de los diez años de la firma. Según ha agregado el letrado, el anuncio del cambio de modelo laboral de Glovo “tiene el apoyo de sindicatos y patronal”.
La clave del juicio que arranca este martes es el modelo de falsos autónomos con el que ha operado Glovo durant su primera década de vida (y que según la firma se eliminará a partir del 1 de julio). Según Just Eat, que mantiene a sus repartidores como empleados o subcontratados a otras empresas, los falsos autónomos le han supuesto una competencia desleal al no poder operar en el mercado con las mismas reglas.
Al inicio de la vista, cada una de las partes puede introducir nuevos datos o documentos para sustanciar el pleito. Just Eat no ha señalado ninguno, pero Glovo ha querido aportar tanto las cuotas de mercado de cada compañía de este 2025 como la noticia del económico Expansión sobre el acto de este lunes, titulada “Glovo sella la paz laboral con los sindicatos”, y que según el letrado muestra que el nuevo modelo laboral anunciado por la empresa de Pierre tiene “el apoyo de sindicatos y patronal. El abogado ha mencionado explícitamente la presencia del president de la Generalitat en el acto.
No ha mencionado el letrado de Glovo otro hecho nuevo sucedido el pasado 2 de junio: la multa de 329 millones de euros que la Comisión Europea impuso a Glovo y Delivery Hero por vulnerar las reglas de competencia de la Unión Europea al establecer un 'cártel' de comida a domicilio.

El modelo de falsos autónomos de Glovo es el centro del pleito que se celebrará hasta el viernes en el juzgado mercantil 2 de Barcelona. Incluso el magistrado que preside la vista, Álvaro Lobato, ha preguntado a uno de los testigos si “desde el punto de vista económico el modelo de autónomos es más eficiente”. “¿El problema es la rigidez de la ley laboral?”, ha insistido el juez al director general de Just Eat España, Íñigo Barea.
El directivo ha admitido que Just Eat “evaluó” en 2016 la contratación de autónomos en vez de empleados, pero ya entonces tuvieron “clarísimo” que la relación tenía que ser laboral si querían cumplir la ley. “Los abogados nos recomendaron no cambiar el modelo por motivos legales”, ha remachado Barea. En esa época empezaban los juicios laborales por falsos autónomos de Glovo que terminaron con la sentencia de Supremo de 2020.
Barea también ha mencionado el acto de aniversario de este lunes de Glovo y las palabras del president Illa, que felicitó a la compañía de Pierre y la animó a “respetar la normativa vigente”, en referencia al cambio de modelo laboral anunciado. “No sé exactamente qué han cambiado ni cómo han cambiado ni si es una contratación a través de flotas de empleados”, ha agregado el directivo de Just Eat.
En síntesis, la tesis de Just Eat sostiene que el hecho de tener que contratar a sus repartidores y cumplir con la normativa laboral le ha supuesto más costes laborales, lo que le ha impedido destinar ese dinero a aspectos clave del mercado que sí ha podido sufragar Glovo, como acuerdos de exclusividad con restaurantes y marcas.
Según sus cálculos que ahora se expondrán ante el juez, Just Eat España estima que Glovo ha ahorrado más de 645 millones de euros contratando a falsos autónomos en los últimos años, lo que ha permitido a la compañía de Pierre adquirir una ventaja competitiva significativa, pero sustentada en una ilegalidad.
“Glovo ha tenido unos costes laborales que le han permitido ser tremendamente agresivo con restaurantes y usuarios”, ha denunciado Barea, que ha considerado “imposible para una cuenta de resultados” de una empresa “cumplir la ley y hacer marketing” con un competidor en el mercado como Glovo. “Nosotros no podíamos trasladar los mayores costes laborales a los usuarios o a los restauradores porque quedaríamos fuera del mercado”, ha apostillado.
0