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El Glovo de las limpiadoras deberá pagar 1,3 millones de euros y contratar a más de 500 falsas autónomas

Una empleada doméstica planchando en un hogar en España.

Sandra Vicente

27 de junio de 2023 13:57 h

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La empresa de servicios Clintu Online SL ha sido condenada por emplear a 505 trabajadoras de Barcelona como falsas autónomas. Así lo ha sentenciado el juzgado de lo social número 15 de la capital catalana, que ha considerado que la relación de las trabajadoras con la empresa era laboral. Como consecuencia, Clintu deberá pagar 1,29 millones de euros en concepto de los retrasos de los pagos de la Seguridad Social del medio millar de empleadas que no tenía en nómina.

Clintu funciona como cualquier aplicación de la llamada 'economía colaborativa' y conecta a empleadas en busca de un servicio con clientes que requieren de él. A priori, la aplicación sólo permitiría poner en contacto a ambas partes, a cambio de una comisión del precio que los clientes acaben pagando, pero el juez ha considerado que no es así.

En base al informe elaborado por Inspección de Trabajo, a raíz de una denuncia interpuesta por CCOO, el magistrado considera demostrado que “las trabajadoras recibían órdenes e indicaciones de Clintu, que es quien organiza el trabajo” y que éstas “quedan adscritas a la estructura y organización de la plataforma”, según reza la sentencia, a la que ha tenido acceso elDiario.es.

Además, también se asegura que la aplicación “filtra” los perfiles de las trabajadoras y, como “prueba de la sumisión a la organización empresarial”, establece que es la aplicación, no el cliente ni las empleadas, la que fijan la duración del servicio y el límite horario para cancelar.

Así, es la empresa quien contacta con los clientes y quien establece el horario de las trabajadoras y los precios, que se mueven en una horquilla de entre 9 y 25 euros la hora. Igualmente, las empleadas tampoco son libres de organizar su trabajo, como correspondería a una autónoma, puesto que la empresa debía dar su aprobación antes de realizar cualquier servicio.

Igualmente, Clintu también amenazaba a las limpiadoras con bloquearlas o perjudicarlas si se presentaban quejas en su contra. Además, el juez destaca que la empresa “cubría las responsabilidades contractuales y extracontractuales que pudieran ocasionar los 'cleaners'”, según dicta la sentencia.

El juez, pues, ha considerado que “la actividad real de la empresa no es la de prestación de servicios informáticos, sino que realmente se trataría de la llevanza a cabo de una actividad de limpieza”. Con esta base, no se sustenta la decisión de Clintu de no contratar a sus trabajadoras y como falsas autónomas

“La economía de plataformas digitales es un modelo económico que se basa en la precariedad de las trabajadoras”, apuntan desde CCOO. “Se aprovechan de los datos anónimos o de la subcontratación de las cuentas de las aplicaciones para no asumir ningún tpo de responsabilidad laboral”, añaden, describiendo prácticas que, como Clintu, Glovo o Uber, que han sido condenadas por estas prácticas.

Las situación de estas 'cleaners' recuerda en mucho a la de los 'riders' de plataformas que han optado en repetidas ocasiones por la figura del falso autónomo para ahorrarse responsabilidades y costes.

La sentencia del juzgado de Barcelona se refiere sólo a medio centenar de trabajadoras del hogar que trabajan en la capital catalana, pero la empresa también opera en Madrid y Valencia. De esta manera, desde el sindicato miran con optimismo a otros posibles procesos que puedan regularizar a trabajadoras de otras ciudades de España.  

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