El Gobierno y la Generalitat han acordado este jueves integrar a partir de mañana a la Policía Nacional y la Guardia Civil en el servicio de emergencias CAT-112, además de crear un espacio de trabajo para abordar la posible ampliación del número de agentes de los Mossos d'Esquadra hasta los 25.000 efectivos en 2030.
Así lo han anunciado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la consellera de Interior, Núria Parlon, tras la primera reunión de la Junta de Seguridad de Catalunya encabezada por el president de la Generalitat, Salvador Illa, en la que también se ha pactado que los Mossos se incorporen al servicio contra el blanqueo (SEPBLAC) y asuman la investigación de delitos administrativos contra el medio ambiente en Catalunya.
A la reunión han asistido, entre otros, el director general de la Policía catalana, Josep Lluís Trapero, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, el secretario general técnico del ministerio, Juan Antonio Puigserver, así como el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto.
“Cualquier llamada de auxilio al 112 tendrá una respuesta policial mucho más rápida”, ha afirmado Grande-Marlaska. El anuncio ha provocado las críticas de los partidos indepedentistas, Junts y ERC. Los republicanos, socios de investidura del PSC, han cargado contra el acuerdo y ha acusado a los ejecutivos central y autonómico de “españolizar” el servicio catalán de emergencias.
“Españolizar el 112 es someterlo a los intereses del Estado”, ha dicho la portavoz republicana en el ámbito de Interior, Laia Cañigueral. Por su lado, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha considerado que “el 155 entra de nuevo en las instituciones” catalanas.
Por otro lado, la Junta de Seguridad también ha acordado un grupo de trabajo para ampliar la plantilla de Mossos d'Esquadra hasta los 25.000 efectivos en 2030, frente al actual techo de la plantilla, que en 2021 se fijó en 22.006 policías.