Las plantas que Nissan abandonará en Barcelona se quedan sin su principal candidato para reocuparlas. El fabricante de coches chino Great Wall Motors (GWM) ha confirmado este lunes que da marcha atrás y no hará la inversión prevista en las fábricas que quedarán desocupadas antes de finalizar el año. La marca china ha comunicado esta decisión a los sindicatos por carta, después de haberse convertido en la principal esperanza para los planes de reindustrialización puestos en marcha cuando en el año 2020 Nissan confirmó su salida de Catalunya.
GWM ya había dado muestras de que su apuesta por las instalaciones era más bien débil y estaba condicionada a factores externos. Para empezar, la escudería había cambiado sus previsiones en los últimos meses, pasando de unos planes para fabricar 150.000 coches anuales a doblar la cifra. El Ministerio de Industria había propuesto inicialmente unas ayudas por valor de 100 millones de euros, lo que suponía prácticamente la mitad de toda la inversión prevista. Pero ese cambio en las previsiones, además de una revisión del estado de las plantas, hicieron que la escudería amagase con echarse atrás el pasado mes de noviembre.
Finalmente los gobiernos central y el catalán lanzaron una contraoferta en la que se comprometían a aumentar las ayudas públicas. Reclamaron a cambio una respuesta rápida por parte de la marca china. En total hay cerca de 1.700 empleos en juego, repartidos entre las tres plantas que Nissan ocupaba, en la Zona Franca de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y Montcada y Reixac.
Finalmente el peor escenario se ha confirmado y las plantas se quedan sin alternativa a escasos 15 días de la salida de Nissan. Pese a todo, los comités de empresa no tiran la toalla y aseguran que aunque Great Wall se retira, siguen trabajando con “planes alternativos” que ya se activaron en la última reunión de la mesa de reindustrialización para dar una salida laboral a los trabajadores. El próximo encuentro de la comisión será el 17 de diciembre.