La Guardia Civil concluye que los CDR detenidos en 2019 constituían una “organización criminal con finalidad terrorista” y les atribuye varias búsquedas en Internet de “posibles objetivos” entre diferentes personalidades contrarias a la independencia de Catalunya, entre los que figura el líder del PP, Pablo Casado. Así lo expone el Instituto Armado en su informe final enviado al juez sobre los 13 investigados, que permanecen en libertad después de que la Audiencia Nacional acordara excarcelarlos en enero de 2020 y sembrara la duda sobre el carácter terrorista del grupo. Todos los investigados permanecen a día de hoy en libertad.
En un informe de mayo de 2021 de los Servicios de Información de la Zona de Cataluña, los agentes recopilan todos los análisis sobre el material y la documentación incautada a los investigados, ninguno de los cuales permanece actualmente en prisión preventiva, así como sobre sus telecomunicaciones y teléfonos móviles.
Los agentes constatan que uno de los arrestados, Jordi Ros Solà, realizó diferentes búsquedas en Internet a través de sus dispositivos de datos relativos a personas vinculadas a partidos políticos contrarios a la independencia y de un agente del cuerpo de Mossos d'Esquadra, informa Europa Press. Además de sobre Casado, este integrante de los CDR integrado en una célula (ERT) para cometer acciones encaminadas a lograr la independencia de Cataluña realizó búsquedas en Internet sobre Manuel Valls, entonces concejal del Ayuntamiento de Barcelona o José Manuel Villegas, exsecretario general de Ciudadanos.
Estos búsquedas, según la Guardia Civil, “tendrían como objetivo la posible realización de una acción contra dichas personas o bienes”. El informe detalla que entre ellos figura Casado en una consulta que se llevó a cabo el 18 de septiembre de 2019 con un teléfono móvil de la marca Asus intervenido en el domicilio de Jordi Ros en Sabadell.
Según el instituto armado, los investigados conformaban el autodenominado Equipo Táctico de Resistencia (ERT), una célula que “cumplía una labor fundamental en la planificación del asalto, ocupación y defensa del Parlament Cataluña”, donde pretendían encerrarse con el expresidente catalán Quim Torra como respuesta a una condena por el caso procés. En opinión de la Guardia Civil, en la investigación se ha puesto de manifiesto su “naturaleza como organización criminal con finalidad terrorista”, con el fin de “coadyuvar a la independencia del territorio de Cataluña por medio de la realización de acciones de diferente naturaleza”.
Cuando la Audiencia Nacional acordó la puesta en libertad de los CDR a principios de 2020, el tribunal cuestionó “la existencia de una organización terrorista”, en referencia a los ERT. “Sin la existencia de una previa organización delictiva de carácter terrorista así declarada judicialmente de referencia no puede emitir un juicio definitivo suficientemente fundado sobre la naturaleza o no terrorista de los hechos”, decía el auto. Es decir, sin una organización terrorista conocida previamente a esta investigación no se puede atribuir delitos de terrorismo a los acusados.
Hace más de un año el tribunal también interpretó de forma distinta al juez instructor el material incautado en casa de los investigados. A partir de la pericial de dos artificieros de la Guardia Civil, los magistrados de la Sala de lo Penal concluyeron que no había “referencias” en él a la existencia de explosivos “y sí únicamente de sustancias que debidamente mezcladas y siguiendo los correspondientes procedimientos técnicos pudieran llegar a convertirse en explosivos”. Y apostillaron: “No existiendo en dicho registro domiciliario la sustancia termita sino precursores de la misma”.
En el nuevo informe de la Guardia Civil que anticipa la recta final de la instrucción, los investigados mantienen que el grupo contaba con dos “laboratorios caseros y clandestinos” en los domicilios familiares de Sant Fost de Campsentelles y Sabadell (Barcelona) y “habían conseguido un elevado grado de eficiencia en la obtención del agente termita, del que se hallaron varias muestras preparadas para su empleo”. Las muestras, añade la Guardia Civil, se conservaban en “contenedores estancos en los que los distintos componentes, repartidos conforme a una determinada proporción, mantendrían sus propiedades en condiciones idóneas hasta su empleo”.
Además, de acuerdo con el análisis de los especialistas en explosivos de la unidad GEDEX de la Guardia Civil, el grupo contaba con los “agentes precursores necesarios, los manuales detallados, los datos y formulaciones manuscritas correctas y el material del laboratorio necesario para la síntesis de los compuestos explosivos señalados”. La tesis de defensa de los investigados es que los materiales estaban destinados para material pirotécnico de las fiestas patronales de su pueblo.
Los investigadores apuntan que ambos CDR -que fueron objeto de seguimientos- “muestran especial interés en lo relativo a la posibilidad de que la termita pudiera haber sido empleada en la demolición de las torres gemelas y de la aplicación que esta tendría para su empleo contra infraestructuras”. Al terminar el visionado del vídeo hallado en el móvil de uno de los investigados, “se escucha a ambos investigados realizando exclamaciones de júbilo, probablemente al vislumbrar los catastróficos efectos que la 'termita' puede llegar a tener”, añaden los investigadores.