La Guardia Civil expulsa al primer agente condenado por difundir 'fake news' xenófobas
Expulsado. La Guardia Civil ha separado definitivamente del servicio a un agente que admitió haber publicado 'fake news' xenófobas en Twitter y que fue el primer condenado en España por este tipo de conducta delictiva. Se trata de la sanción más grave que prevé el régimen disciplinario del instituto armado.
A cambio de evitar su ingreso en prisión, el agente aceptó una condena en la vía penal de 15 meses de cárcel por un delito de incitación al odio. La condena también incluyó el pago de una multa de 1.080 euros, así como la obligación de participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación. Pero este tipo de delitos no contemplan penas de inhabilitación para los funcionarios o cargos públicos, sino tan solo la prohibición para ejercer una profesión docente o en el ámbito deportivo y del tiempo libre.
Finalizada la vía penal, la traducción de la sentencia al plano administrativo correspondía a la Guardia Civil, que no ha dudado en acordar la separación del servicio del condenado. Al tratarse de la sanción más grave posible, el régimen disciplinario de la Guardia Civil establece que la propuesta de expulsión debe correr a cargo de la dirección del cuerpo y ser ratificada por el Ministerio de Defensa.
Según han informado a elDiario.es fuentes conocedoras del caso, la separación del servicio se ha comunicado formalmente al agente este jueves. La propuesta de expulsión fue realizada hace unas semanas por la entonces directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y ha sido avalada tanto por el Ministerio del Interior como por el de Defensa.
La actuación en las redes sociales del agente ha sido considerada una falta muy grave por parte del cuerpo. La sentencia penal pactada entre la Fiscalía y el guardia fue clara al tratarse de una conformidad: el agente admitió que difundió en sus redes sociales el 1 de julio de 2019 un vídeo de una brutal agresión a una joven, haciendo creer que se trataba de imágenes de una violación que había ocurrido recientemente en Canet de Mar (Barcelona).
“Aquí tenéis el vídeo del MENA marroquí de Canet de Mar, a esos que le vamos a dar la paguita hasta los 23 años, los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más INRI la viola, estos energúmenos y estas manadas de marroquíes no saldrán en los medios”, rezaba el tuit del condenado que acompañaba el vídeo, que fue visualizado 21.900 veces.
Sin embargo, la grabación no tenía relación alguna con la agresión sexual ocurrida en Canet de Mar, sino que era un vídeo de una paliza en China en junio de 2019 difundido por las autoridades de ese país para lograr identificar a su autor mediante la colaboración ciudadana.
El acusado, según la sentencia de la Audiencia de Barcelona, admitió que en sus publicaciones en redes sociales actuó “movido por su animadversión y rechazo a los inmigrantes extranjeros de origen marroquí, y entre ellos a su sector más vulnerable, como son los menores no acompañados”.
También deja constancia la sentencia de que el guardia expulsado reconoció que sus perfiles en redes sociales incluían “múltiples publicaciones de naturaleza xenófoba y racista, con informaciones deformadas o falsas sobre los inmigrantes en general”. Todos estos bulos estaban presididos por el “rechazo frontal a la presencia de extranjeros en España” del ex guardia civil.
Con la publicación de estos bulos, abunda la sentencia, el agente expulsado sabía que generaba entre la población “sentimientos de rechazo, fobia y aborrecimiento” contra los migrantes. Además de informaciones falsas, el análisis de las redes sociales del guardia durante la investigación puso al descubierto varios contenidos de extrema derecha y lemas del Ku Klux Klan que abogaban por “asegurar la existencia de la raza y un futuro para los niños blancos”.
Por orden judicial tras la presentación de la querella, se cerraron los perfiles de Twitter y Facebook del guardia, quien en el marco de su causa penal aceptó también cerrar su Instagram con el fin de facilitar el acuerdo con la Fiscalía.
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