Un guardia urbano dispara a una persona sin hogar que le amenazó con un cuchillo en Barcelona
Un ciudadano sin hogar de 43 años ha resultado herido grave esta tarde en Barcelona al recibir al menos uno de los dos disparos efectuados por un agente de la Guardia Urbana después de que le amenazara con un arma blanca de grandes dimensiones. El hombre, M. C., era originario de Hungría y dormía en la calle Passeig Sant Joan, donde ha recibido los disparos, desde el pasado mes de julio.
El teniente de alcalde de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha informado esta noche en conferencia de prensa de que el suceso ha tenido lugar poco antes de las 19:00 horas, a la altura del número 44 del paseo de Sant Joan. A ese lugar se había desplazado una patrulla, ha narrado Batlle, tras la denuncia de un vecino de que había una persona que estaba ocasionando molestias en la calle.
Cuando los agentes han acudido al lugar, el hombre, visiblemente “alterado”, ha intentado agredir a los policías con un cuchillo de grandes dimensiones, por lo que un agente ha sacado su arma y ha realizado dos disparos. Una de las balas ha alcanzado al hombre en el abdomen. El ciudadano, de nacionalidad húngara, ha sido trasladado en estado grave por efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) hasta el hospital de Sant Pau de Barcelona, donde, según Batlle, se encuentra estable a la espera de ser operado.
Batlle ha indicado que este suceso está siendo investigado por los asuntos internos de la Guardia Urbana y también de los Mossos, que han desplazado efectivos a la zona del suceso. El teniente de alcalde ha pedido esperar a conocer el resultado de esta investigación antes de “atreverse” a valorar la acción del policía local y si este ha actuado precipitadamente. “Sería inconveniente” en este momento, cuando la investigación está en fase preliminar, ha puntualizado Batlle.
El teniente de alcalde ha expresado su disposición a ofrecer información “transparente” sobre este suceso, del que dará todos los detalles a los grupos de la oposición en el consistorio y del que ha informado a la alcaldesa, Ada Colau.
Un educador que lo trató: “No era una persona agresiva”
M. C. vivía en un banco frente al número 29 del Passeig Sant Joan al menos desde el mes de julio, cuando la entidad Arrels, que se dedica a asistir a personas sin hogar, fue avisada de su presencia. “No era una persona agresiva. Era muy reservado y no daba mucha información. Sí le intuimos un trastorno de salud mental, pero no uno que conllevase conductas violentas”, explica Andrés, educador de la entidad que le trató en distintas ocasiones.
Pese a que el incidente de este sábado se habría originado por quejas de los vecinos de que M. C. estaba provocando molestias, Andrés asegura que a ellos nunca nadie les dijo que generase problemas. Por lo poco que contaba, siempre en inglés, supieron que era de Hungría, pero no mucho más. “La sensación es que era una persona muy tranquila que no quería ser molestada”, resume este educador.
Una de las últimas interacciones que mantuvo con Arrels fue cuando los voluntarios de la entidad peinaron la ciudad para repartir certificados sobre el toque de queda, para que pudiesen acreditar ante la Policía que ellos vivían en la calle porque no tienen adónde ir. M. C. no quiso el documento.
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