Guía para no perderse en la primera sesión del nuevo Parlament catalán
Los 135 diputados se reúnen este viernes en uno de los patios del hemiciclo para cumplir con las medidas sanitarias y votarán en tres rondas para elegir a los miembros de la Mesa
Se abre la sesión, bienvenidos a la XIII Legislatura catalana. Este viernes a las 10 de la mañana tendrá lugar la sesión de constitución del nuevo Parlament, en unas circunstancias atípicas por la pandemia. Será la primera vez que los 135 diputados catalanes se encuentren juntos, una situación que probablemente no se repita en muchos meses, ya que la Cámara está funcionando de manera semipresencial y no se reúne en pleno asistencial desde hace más de un año. Más allá de las cuestiones relacionadas con la COVID, la ceremonia será la habitual, con una primera Mesa de Edad que abrirá la legislatura y tres votaciones para componer la que será Mesa definitiva.
Como en cualquier evento de este tipo celebrado durante el último año, los organizadores han introducido cambios de formato para garantizar las medidas sanitarias, por lo que la nueva Cámara catalana se constituirá en el auditorio, situado en el patio cubierto que alberga el edificio histórico del Parlament. Aunque la sesión comienza a las 10h, según el guion enviado por los servicios parlamentarios a los grupos, se requiere la asistencia desde las 9:30 horas a algunos diputados para asegurar que todos ellos acceden en orden.
Tal y como se detalla en el manual, tanto el orden de colocación como el de entrada de los diputados irá del grupo mayor al menor, por franjas horarias desde las 9:30 hasta las 9:50 y con medidas de seguridad para evitar el contacto entre ellos. Los asientos serán nominales, solo podrán acceder los diputados y personal parlamentario, se tomará la temperatura a la entrada y el uso de la mascarilla será obligatorio durante toda la sesión.
Aunque para los nuevos diputados se requiere que lleguen media hora antes del inicio del acto, la sede del Legislativo catalán tendrá actividad desde mucho antes. El presidente saliente, Roger Torrent, tiene previsto llegar a las 8:15 horas, cuando será recibido por última vez por la formación de gala de los Mossos d'Esquadra. El que ha sido jefe de la Cámara desde enero de 2018 no repetirá y, si no hay imprevisto, será la diputada de Junts Laura Borràs quien tome su relevo, después del acuerdo alcanzado entre su formación y ERC. Torrent sin embargo volverá a sentarse en uno de los escaños como miembro raso del legislativo, después de haber sido elegido diputado como número tres de Esquerra.
Mesa de edad: Maragall y Vox
La sesión comienza con el secretario general del Parlament, Xavier Muro, como funcionario de mayor rango, leyendo el decreto de convocatoria. Muro formará entonces la Mesa de edad llamando al diputado mayor y a los dos más jóvenes. El representante de más edad repite, en esta ocasión, pues será Ernest Maragall, de 78 años, diputado por ERC, quien ya ocupó ese puesto en la anterior legislatura. Junto a él se sentarán dos secretarios: Alberto Tarradas, de 24 años, diputado de Vox por Girona, y David González, de 26 años, diputado del PSC por Barcelona.
Estos tres diputados deberán tomar una primera decisión polémica, cuando desde Junts reclamen que su diputado Lluís Puig vote por delegación, por encontrarse en Bélgica como parte de la delegación de exmiembros del Govern que se instalaron fuera de España para esquivar la acción del Tribunal Supremo. Se esperaba que los diputados que estuvieran en esta situación fueran dos, el propio Puig y la representante de ERC Meritxell Serret. Sin embargo de forma inesperada, esta última se ha personado este jueves ante el Tribunal Supremo con la intención de instalarse en su vivienda de Catalunya, después de llevar casi cuatro años en Bélgica, por lo que este viernes votará de forma presencial. Carles Puigdemont, por su parte, renunció al acta de diputado catalán el jueves, para mantener el escaño europeo.
La decisión de la Mesa de edad sobre el voto delegado afectará por tanto únicamente a Puig y deberán tomarla entre Maragall, Tarradas y González, por lo que todo apunta a que se desestimará. En la legislatura anterior sucedió algo similar, cuando pese a que en la Mesa de edad había mayoría independentista, a los presos sí se les permitió que pudieran delegar el voto pero no se contabilizaron los de los diputados en el extranjero.
Con la entrada fortuita de un miembro de Vox en la Mesa de edad la irrupción de la extrema derecha en la Cámara catalana será visible desde la primera jornada. Para evitar darle más oxígeno del estrictamente necesario, todos los partidos políticos con representación, a excepción de Ciudadanos y PP, han suscrito un acuerdo en el que se comprometen a aislar a Vox de la vida parlamentaria catalana. Los 117 diputados que suman entre PSC, ERC, Junts, CUP y En Comú Podem han pactado llegar a los acuerdos necesarios entre ellos para evitar que la formación de extrema derecha pueda ostentar representación en la Mesa del pleno, en mesas de comisiones ni coordinar grupos de trabajo o ser redactores de ponencias legislativas, así como también evitar en la medida de lo posible que designen a senadores.
Tres votaciones, la incógnita en la última
Llegados a este punto, se pasa a elegir a la presidenta del Parlament y el resto de la Mesa. Un proceso que se realiza mediante tres votaciones diferentes, todas ellas con papeletas en urna, donde todos los diputados pueden escribir el nombre de cualquier otro diputado. En la primera ronda se elige al presidente de la Cámara, con el sencillo método de que queda escogido el diputado que tenga más papeletas con su nombre. Está previsto que esa persona sea Laura Borràs, que debe recibir los 33 votos de ERC y los 31 presenciales de Junts, 64 en total y, por tanto, cómodamente por delante de la siguiente candidata con más opciones, Eva Granados, que sale de partida con los 33 votos del PSC.
Elegida la presidenta llega la segunda votación, en la que se eligen dos vicepresidencias, primera y segunda. Serán elegidas las dos personas que obtengan un mayor número de votos, en orden. En esta ocasión, quien tiene mejores números para ocupar la vicepresidencia primera es la candidata de ERC, Anna Caula. Esta diputada contaría con los votos de todos los independentistas, 74 en total. La vicepresidencia segunda está asegurada, ahora sí, para la aspirante socialista, Eva Granados, que tendría sus 33 votos y, quizás, algunos de otras formaciones. Eso formaría un Parlament histórico por lo que se refiere a la paridad, con un 47% de mujeres, una presidenta y dos vicepresidentas.
La tercera votación es la más compleja, porque de ella salen cuatro secretarías. El método es el mismo: obtiene la primera silla la persona que más votos obtenga, la siguiente la segunda silla y así hasta ocupar los cuatro puestos. Por eso, en esta votación las cosas están más abiertas y el resultado depende de la coordinación y pactos con los que lleguen los partidos. Lo que es seguro es que el bloque independentista puede conseguir seguro dos puestos en esta votación, mientras el PSC tiene asegurada uno. A partir de aquí, es una incógnita si el independentismo intentará conseguir tres, cederá el resto a En Comú Podem o, incluso, si el PSC es capaz de sumar un bloque alternativo para arrebatar la cuarta secretaría a los independentistas.
Pase lo que pase con la séptima silla, lo seguro es que en la legislatura entrante en la Mesa habrá una mayoría independentista, sea de cuatro o de cinco. Pero, también, que ERC será una formación decisiva pues tendrá la llave de la mayoría, con lo que podrá decantar qué mociones se aceptan y cuáles se rechazan. En la legislatura pasada esta cuestión supuso importantes choques entre Torrent y su vicepresident, de Junts, Josep Costa, que en esta legislatura ha renunciado al escaño.
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